Unas vacaciones de trabajo

El campo de voluntariado de Triacastela, formado por cinco integrantes y tres monitores, visitó la localidad de Samos además de realizar una parte del Camino. Finaliza el domingo
Los participantes en el campo de voluntariado de Triacastela junto a los monitores y el director. DMP
photo_camera Los participantes en el campo de voluntariado de Triacastela junto a los monitores y el director. DMP

Conocer gente mientras beneficias a la sociedad. Esa es la máxima de los cinco integrantes que componen el campo de voluntariado de Triacastela sobre el Camino, actividad dirigida a jóvenes de entre 18 y 30 años y organizada por la Dirección Xeral de Xuventude de la Xunta que se prolongará hasta este domingo.

Los integrantes, que duermen en el albergue A horta de Abel, se levantan sobre las 10.00 horas y realizan diferentes trabajos hasta las 14.30. Hasta el momento estuvieron acondicionando los muros de varias iglesias de Triacastela. Las tardes son para el ocio, con visitas a zonas de la localidad o la de este domingo a Samos, en la que además hicieron parte del Camino.

Este lunes comenzarán otro tipo de tareas. Entre ellas, dos voluntarios y un monitor recorrerán en bicicleta las zonas del Camino, e interactuarán con los peregrinos para recabar información sobre lo que opinan. Después, realizarán valoraciones internas para acometer posibles deficiencias.

Jorge Veiga, director del campo y uno de los tres monitores, afirma que la pandemia provocó una notable merma en el número de participantes. “Con el Covid las plazas se limitaron a doce; al final se apuntaron seis y a última hora falló una chica”, señala. También, Veiga agradece la acogida de los vecinos, “que está siendo muy buena”.

Por su parte, los otros dos monitores, Laura Martín y Xabier Riádigos, coinciden en que tener un grupo menos numeroso del que están acostumbrados aumenta el nivel de exigencia. Sin embargo, “gracias al tipo de participantes que tenemos nuestras labores se facilitaron”, explica Martín. Por su parte, Riádigos lamenta no poder contar con integrantes internacionales ya que se pierde “coñecer outras culturas”, aunque ve una oportunidad para que los gallegos visiten zonas de la comunidad que no tenían previsto acudir “como eres de aquí dis "xa irei" e despois nunca se vai”, dice.

EXPERIENCIA. En cuanto a los participantes, todos valoran la experiencia, puesto que están conociendo Triacastela, una localidad en la que ninguno había estado. “Me está gustando, con actividades variadas”, apunta Silvia Fernández (es de Lugo y tiene 22 años) que asegura no conocía Triacastela; Martín Fernández (Pontevedra, 24) dice que no había estado en la localidad y que el campo le está resultando “entretenido”; Pilar Victoria Florecu (Terra Chá, 18) explica que quería apuntarse como monitora, aunque después de esta experiencia se plantea repetirla el año que viene “como participante”; Ada Montero (Santiago, 19) señala que el campo está superando sus “expectativas”, añadiendo que “pensaba que iba a haber menos gente por la pandemia”; y Andrea Teijeiro (Narón, 23) afirma que se inscribió “por hacer algo de deporte, conocer gente...” y que está cumpliendo lo imaginado.

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