Un Camino entre maquetas

El sarriano José Luis Arias recrea a escala distintos monumentos del municipio y de otras localidades de la ruta jacobea. La iglesia de O Cebreiro es su última creación, realizada en piedra

José Luis Arias López, vecino de Sarria que realiza maquetas de monumentos. PORTO
photo_camera José Luis Arias, con la recreación de la iglesia de O Cebreiro. PORTO

Piedra a piedra, colocándolas delicadamente se va dando vida a los muros de la iglesia de O Cebreiro. Cada pequeño detalle de este templo por el que pasan miles de peregrinos va saliendo de las manos del sarriano José Luis Arias López, quien tras su jubilación optó por construir maquetas de monumentos.

La iglesia de O Cebreiro es su última creación. Un delicado trabajo que lleva a cabo en algunas tardes desde hace dos años y espera tener listo para mostrarlo en la próximo Feira de Antigüidades e Restauración de Sarria.

Miles de pequeñas piedras forman las paredes del templo y para construirlas, como si fuera un edificio real, montó una especie de andamio. "As pedriñas móvense fácil e desta forma non", aclara el artesano, quien trabaja en un pequeño taller instalado en el bajo de su vivienda de Sarria.

Aunque antes de comenzar a montar los muros debió preparar la piedra, que encontró en "cunetas e na canteira de Vila de Mouros", en O Incio. El material "desfaise como nada" y lo cortó con una sierra de hierro. "As pedras non son todas iguais, como na igrexa, e busco a cara vella para que dea a sensación de que está gastada", explica José Luis Arias. Este construyó los pequeños muros del templo de O Cebreiro con una paciencia infinita, pues cada día "subía uns milímetros". "Só poñía unha fila de pedra ou como moito dúas", apunta.

Así, paso a paso fue naciendo la iglesia, que está pendiente de techar. Para ello precisará "600 lousas de tres por catro centímetros". La dificultad se encuentra también a la hora de preparar las piezas, que corta "cunha desbarbadora". Posteriormente "coa navalla féndoas para facer as lousas". Esto es lo que lleva un mayor tiempo porque "ó mellor dunha peza sáeeche unha lousa, doutra tres e doutra ningunha", indica.

Para reproducir cada elemento de los monumentos los visita, saca numerosas fotografías y toma mediciones, tras lo cual elabora los planos

Con aluminio realizó la bóveda de la construcción y con la ayuda de otro artesano, Francisco Vázquez, preparó el pavimento del templo "con pintura con area".

Como dice José Luis Arias "hai que inventar máis que pouco". Y para muestra, un botón. Para construir las ventanas utilizó malla de gallineros y los cristales son de metacrilato. Crear una única lleva "días" porque en cada jornada solo puede poner "unha fila de cristais". Si ya en el exterior no falta detalle, en el interior ocurre otro tanto. Tiene luz, bancos y el altar con un mantel elaborado por su esposa.

Consigue reproducir cada elemento de los templos ya que los visita, saca numerosas fotografías y toma mediciones, tras lo cual elabora los planos. "Miras as fotos no ordenador varias veces. Tes que gravalas na memoria, aínda que sempre che quedan moitos detalles", asegura el sarriano, quien no solo realiza maquetas en piedra, sino que en ocasiones emplea madera u otro material.

Cuando finalice la iglesia de O Cebreiro ya tiene en mente nuevos proyectos, como el templo de Portomarín porque "é distinto aos outros". Le gustaría realizar maquetas de lugares por los que discurre el Camino de Santiago. De Palas de Rei y Melide "ao mellor fago algunha cousa distinta, non van ser todo igrexas", dice este artesano cuyas obras se pueden ver en la feria de San Isidro de A Milagrosa, la de antigüedades de Sarria o la exposición de Artistas e Artesáns de Sarria no Camiño.

Gracias a él uno se puede trasladar desde Barbadelo hasta O Cebreiro o Portomarín sin apenas moverse y descubrir así sus principales monumentos en miniatura.

Santa Mariña, su obra favorita
El artesano también recreó otros monumentos, como la escalina y la capilla de As Neves de Portomarín, así como, en el concello de Sarria, el Muíño de Don Álvaro, la Fortaleza y los templos de Os Remedios y Barbadelo.

Además, dio vida a la antigua y la actual iglesia de Santa Mariña de la villa sarriana. Esta última es su obra favorita, aunque se arrepiente de no haber reproducido también el interior. "A xente vai sempre mirar pola porta porque as outras igrexas están feitas por dentro", señala Arias.

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