Triacastela diseña un nuevo producto turístico de naturaleza y gastronomía

El Concello promociona una ruta y tres productores crean una cesta de "sabores artesanais"
Participantes en la ruta realizada ayer en Triacastela, delante del centenario castaño de Ramil.
photo_camera Participantes en la ruta realizada este sábado en Triacastela, delante del centenario castaño de Ramil. JOSÉ M. SALGADO

El proyecto Camiños de Identidade, que se desarrolló en el concello de Triacastela y otros cuatro de Galicia subvencionado por el programa O Teu Xacobeo, ha permitido diseñar en este municipio lucense del Camino Francés un nuevo producto turístico basado en su naturaleza, con especial atención a los castaños centenarios, y en la gastronomía local.

Como primer paso, tres productores de la zona se han unido para crear una cesta con embutido de La Abuela Delfina, queso de Casa López y miel de Albaroque, bajo la denominación de Sabores artesanais de Triacastela.

La alcaldesa, Olga Iglesias, mostró su deseo de que se adhieran a este proyecto más productores e incorporar otro tipo de alimentos como podrían ser las castañas.

Sobre esta base, habrá que trabajar ahora en la difusión del producto, la forma de comercialización y, si es posible, en la consecución en el futuro de una marca registrada con el nombre de Sabores artesanais de Triacastela.

Así lo explicó ayer Erea Viz, una de las socias de la cooperativa Amarelas, promotora de estos Camiños de Identidade, quien participó en una charla junto a los productores Juan José Fernández y Yolanda Cela, de miel y embutidos, respectivamente.

En el diseño de este producto turístico, la gastronomía va muy ligada a la naturaleza. "Porcos, cachenas, abellas e persoas levan séculos alimentándose dos castiñeiros", señaló Erea Viz, quien apreció una "clara e forte vinculación" entre la población de Triacastela y estos árboles.

El máximo exponente de los castaños, con más de 800 años de vida, se encuentra en el núcleo de Ramil. Para dar a conocer este y otros ejemplares, ayer tuvo lugar una ruta de senderismo a la que se anotaron alrededor de 40 personas, la cual partió de San Mamede y pasó por Ramil, uniéndose al trazado del Camino Francés.

El vecino Pedro Pardo, gran conocedor de la zona, fue el encargado de ofrecer a los participantes unas explicaciones sobre las singularidades de los lugares por los que discurrió este trayecto.

Según expuso, pasaron por la capilla de San Mamede, una fuente de aguas ferruginosas y dos "alvarizas", una de las cuales podría ser explotada a corto plazo. Los caminantes se acercaron también hasta la antigua fábrica de la luz, la vivienda que acogió la escuela de niños de Triacastela, la llamada Casa da Tulla (para la recogida de rentas del monasterio de Samos), o la iglesia de Triacastela.

La alcaldesa indicó que el Concello promocionará este recorrido. Según dijo, la ruta de San Mamede fue acondicionada hace unos meses y se han solicitado ayudas para ampliarla en un futuro próximo y convertirla en circular.

La jornada de ayer se completó con una comida y la proyección de un pequeño vídeo para difundir los recursos de Triacastela.

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