La tala de cedros en Laiosa fue parada por faltar el permiso de Patrimonio

El Obispado comenzó a cortar los dos árboles del cementerio de la parroquia de O Incio por el "perigo" que suponen por la caída de ramas, que ya dañaron nichos e hirieron a un vecino

Restos de los árboles en el cementerio de Laiosa. EP
photo_camera Restos de los árboles en el cementerio de Laiosa. EP

La tala de dos cedros en el cementerio de la parroquia de Laiosa (O Incio) se encuentra parada por faltar el permiso de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural, necesario al encontrarse los árboles junto a la iglesia.

El Obispado de Lugo inició la pasada semana el corte de los dos ejemplares por el "perigo" que suponen para las personas, los nichos y el templo, señaló el delegado de patrimonio de bienes inmuebles de este organismo, Miguel Gómez. En los últimos meses ramas de los árboles dañaron nichos y un vecino denunció que una lo golpeó en la cara.

A raíz de la caída de las ramas una empresa emitió un informe técnico indicando "o estado delicado e o perigo", apuntó Gómez. Por ello, el Obispado optó por cortar los ejemplares, los cuales "non están protexidos e non son centenarios", aseguró el delegado de patrimonio de bienes inmuebles.

Según explicó, la tala de los árboles era "urxente" por los daños producidos y la llegada del invierno, ya que con el viento podrían caer nuevas ramas. Tras una denuncia de vecinos, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) paró la tala por la falta del permiso de Patrimonio, indicó. Ahora los trabajos estarán paralizados hasta que este organismo autonómico autorice continuarlos, informó Miguel Gómez. Uno de los ejemplares se encuentra cortado por la mitad y del otro cedro ya se retiraron las ramas, por lo que no supondrán tanto peligro.

Se desconoce cuándo se podrá retomar la tala de los árboles, cuyos restos fueron depositados en la propia necrópolis. La empresa encargada de los trabajos dejó las cuerdas en los cedros para continuarlos una vez que se obtenga el permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio. La situación podría alargarse en el tiempo, pues las autorizaciones de este organismo suelen tardar.

La problemática con los árboles se remonta al año 2010, cuando una rama cayó sobre los nichos. Un nuevo episodio ocurrió el pasado octubre, momento en el que otra se precipitó sobre cinco nichos, causando daños. Por su parte, un vecino también denunció que una rama le cayó en diciembre en la cara causándole una herida en la frente y la nariz y un esguince cervical. Los desprendimientos llevaron a que los cinco propietarios de los nichos afectados le comunicaran los daños al Obispado de Lugo para que tomara medidas con los ejemplares y así hizo.

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