La traída de aguas de Sarria cumple en 2020 su primer siglo de vida

La intervención del diputado Joaquín Quiroga resultó decisiva para su consecución
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photo_camera Depósito de agua instalado en el campo de la feria de Sarria, cuya obra finalizó en 1921. VILA

Una de las grandes mejoras de las primeras décadas del siglo XX en Sarria fue la creación de la traída de aguas, servicio que llegó a la villa hace ahora cien años gracias en gran parte a las gestiones realizadas por el entonces diputado Joaquín Quiroga Espín, cuya contribución al desarrollo del municipio le valió los títulos de Hijo Predilecto y Adoptivo.

El empeño personal del que fuera subsecretario del Ministerio de Gracia y Justicia, director general de Obras Públicas y primer Conde de Quiroga-Ballesteros hizo posible que en 1920 se inaugurase aquella primera traída de aguas de Sarria, tal y como recuerda el investigador Xaime Félix López Arias, del Seminario de Estudos Sarriaos Francisco Vázquez Saco.

Más de diez años de trámites hicieron falta para ver implantado este servicio en la villa, cuya puesta en marcha fue todo un acontecimiento. Según una crónica de El Progreso de abril de 1920, recogida por López Arias, las fuentes instaladas en la localidad para el suministro (en lugares como la antigua prisión o la Praza de Constitución) fueron inauguradas con la presencia de bandas de música y gaitas que interpretaron la Marcha Real al abrirse las llaves y comenzar a funcionar, en un acto al que acudieron la gran mayoría de los vecinos de Sarria.

Manuel Gutiérrez Castro era el alcalde en aquellos momentos, quien propuso una lista de suscripción popular para cubrir los gastos de instalación de estas fuentes al ser insuficiente la consignación en los presupuestos municipales, si bien la iniciativa no dio el resultado esperado.

Según la documentación del Seminario Francisco Vázquez Saco, el 28 de junio de 1920 el Concello de Sarria acordó dejar sobre la mesa para mejor estudio las peticiones realizadas por la marquesa de Vilaverde de Limia, Luis Carrozas Saco y Venancio Vázquez para aprovechar el sobrante de las aguas de dos de las fuentes.

Este 2020 también se cumple un siglo de la compra de la casa consistorial y 200 años del Concello constitucional y el partido judicial de Sarria

Al mes siguiente, el Ayuntamiento aprobó las condiciones en las que se realizaría la concesión a aquellos vecinos que la habían solicitado para usos particulares.

Por unanimidad, la corporación acordó que, siempre que las necesidades públicas lo permitiesen, se facilitaría agua a los domicilios tomándola de la tubería general bajo inspección de persona designada por el alcalde, abonando 75 céntimos de peseta por metro cúbico o fracción que se consuma, de los cuales 50 céntimos corresponden a la ocupación de vía pública.

El particular tendrá que asumir, no solo las obras de derivación, sino también las reparaciones que fuesen necesarias por esta causa incluso en la tubería general.

El Concello se reserva el derecho de dar por finalizada esa concesión "si haciese falta suministro" para atender necesidades públicas.

Los documentos reunidos por Xaime Félix López Arias constatan también que fue el 27 de septiembre de 1920 cuando el pleno dio cuenta del acta de entrega de las obras ejecutadas por el Estado para el abastecimiento de agua.

El Seminario Francisco Vázquez Saco puso todos estos datos a disposición del grupo de gobierno para que organice actos en memoria de este centenario, al tiempo que reclama la mejora de la histórica Fonte Ribeira. Este 2020 también se cumple un siglo de la compra de la casa consistorial y 200 años del Concello constitucional y el partido judicial de Sarria.

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