Un sarriano deja en herencia al Concello dinero y varios pisos en la villa, Madrid y A Coruña

Manuel Sobrado Pérez, fallecido en Alicante a los 87 años y sin descendencia, instituye al Ayuntamiento como heredero universal ► El testamento recoge su voluntad de que los bienes sirvan para atender a víctimas de violencia de género, mayores y beneficencia
Edificios de la calle Diego Pazos que figuran en la herencia. VILA
photo_camera Edificios de la calle Diego Pazos que figuran en la herencia. VILA

El sarriano Manuel Sobrado Pérez, fallecido en Alicante el pasado mes de marzo a los 87 años de edad, ha dejado una importante herencia al Ayuntamiento, formada por dinero en efectivo y propiedades, entre las cuales se encuentran cuatro pisos en Madrid y la parte que le corresponde de varias viviendas en la calle Diego Pazos de Sarria y de otro inmueble en A Coruña, así como de diversas fincas del municipio.

El testamento de este vecino, quien era licenciado en Derecho y trabajó la mayor parte de su vida en una multinacional, acaba de conocerse y, aunque no está cuantificado, todo indica que podría ser de las mayores herencias otorgadas al Concello hasta la fecha.

Manuel Sobrado, nacido en Sarria el 3 de noviembre de 1934, falleció sin descendencia y en su testamento, firmado ante notario en Madrid en julio de 2020, reparte sus bienes entre un particular y los Ayuntamientos de Madrid (junta municipal de Tetuán y de Hortaleza), Colmenar Viejo, Moraleja de Enmedio y Sarria.

A este último lo instituye heredero universal, lo que implica que, en el supuesto de renuncia de alguno de los otros, aquellas pertenencias también quedarían a disposición de este concello.

En el caso concreto de Sarria, Manuel Sobrado le deja el dinero que tenía en efectivo y en cuentas bancarias, cantidad que se desconoce por el momento.

Lega también al Ayuntamiento dos pisos con sus respectivos trasteros en la calle Canapiare de la ciudad de Madrid y otras dos viviendas, también con trasteros, en una urbanización de la avenida de Andalucía del municipio de Colmenar Viejo. Según se desprende del testamento, todos ellos le pertenecían íntegramente.

DIEGO PAZOS. En su herencia constan otras viviendas que recibió de sus padres y cuya propiedad compartía con sus hermanas, de modo que le correspondía el 29,16%. Es el caso del inmueble situado en el número 37 de la Rúa Diego Pazos de Sarria, con terreno hacia atrás hasta Poula, así como la planta baja y tres pisos del edificio número 39 de esta misma calle, cuyo bajo estuvo ocupado por la oficina de Argentaria.

En esta misma situación, con propiedad compartida, se encuentra también otra vivienda que recibe en herencia el Concello de Sarria en la calle Europa de A Coruña, un local en Belmonte de Tajo (Madrid), sendas fincas en Betote y Pintín, y el panteón familiar del cementerio municipal.

De igual modo, lega al Ayuntamiento la parte que le corresponde de la venta de un piso en Marbella (Málaga), de unas acciones y depósitos bancarios y de unos terrenos que pertenecían a su abuelo paterno en la parroquia sarriana de San Sadurniño de Ferreiros.

El testamento recoge la voluntad de Manuel Sobrado Pérez de que el Ayuntamiento de Sarria (al igual que los de Madrid, Colmenar Viejo y Moraleja de Enmedio) destine los bienes asignados "a la atención de víctimas de violencia de género, personas mayores, beneficencia y desarrollo social".

ALBACEA. Como albacea, contador y partidor de su herencia, este vecino ha designado al abogado sarriano Jesús García Bernardo, a quien dejó nombrado "con las máximas facultades, incluso la de entrega de legados, con prórroga de tres años sobre el plazo legal".

Manuel Sobrado pertenecía a una conocida familia de Sarria, que tuvo negocios en la calle Diego Pazos y cuyo padre fue presidente de la sociedad cultural La Unión.

En el pasado, el Concello sarriano ya recibió otras herencias de vecinos. Entre ellas se cuenta la de José Sánchez Arias, fallecido en 1981 y nombrado Hijo Predilecto del municipio, quien dejó propiedades rústicas y urbanas, como fincas en Vilamaior, inmuebles en la Rúa Porvir y un piso en la calle Fernández de la Hoz de Madrid, que fue subastado en 2014 y por el cual las arcas municipales ingresaron cerca de 355.000 euros, cantidad que fue destinada casi en su totalidad a la compra en 2020 de la antiga Feculera.

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