La sarriana Carmen Díaz recibe un homenaje con motivo de su centenario

La mujer celebró sus cien años en la residencia de mayores junto a familiares y miembros del gobierno, que le entregaron una placa
Carmen Díaz, junto a su familia, Garrido, Escontrela y Seijas. EP
photo_camera Carmen Díaz, junto a su familia, Garrido, Escontrela y Seijas. EP

El Concello de Sarria y la residencia de mayores Nosa Señora do Carme rindieron en la mañana del lunes un homenaje a la vecina Carmen Díaz Fernández con motivo de su centenario.

La mujer, que reside en el geriátrico desde hace un tiempo, estuvo acompañada en tan señalada fecha de sus familiares, además de recibir la visita del alcalde, Claudio Garrido; el concejal de seguridad ciudadana, Félix Seijas, y el edil de servicios sociales y responsable de la residencia, Benjamín Escontrela.

En nombre del Ayuntamiento y de la residencia -organismo autónomo dependiente del Concello- le hicieron entrega de una placa conmemorativa del aniversario. Después, compartieron una tarta y variados dulces, junto a personal del centro y otros internos.

Carmen Díaz, quien recibió varios obsequios en señal de afecto, nació en Fafián el 13 de noviembre de 1919 y contrajo matrimonio con Benigno López, con el que tuvo un hijo. La muerte prematura de su esposo la dejó con un niño de muy corta edad, tras lo cual pudo rehacer su vida con Luis Pardo López, con quien se casó años más tarde en un enlace fruto del cual nació otro niño. Hoy por hoy, la centenaria tiene cinco nietos y otros tantos bisniestos.

La mujer se caracterizó siempre por su carácter alegre y afable, siendo una experta cocinera -la caza era su especialidad- y con grandes habilidades para hacer ganchillo y calceta.

RÚA PORVIR. Durante la mayor parte de su vida, Carmen Díaz residió en la Rúa Porvir de Sarria, donde junto a su marido tuvo el taller de muebles Carabanas, fundado en 1943 y uno de los primeros que hubo en la localidad.

Con motivo de su centenario, la residencia Nuestra Señora del Carmen decoró una de las salas con su nombre y el número 100. Conmemoró así una fecha tan especial, en la que no faltó la tarta con las velas ni tampoco la sidra, bebida preferida de la homenajeada.

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