Sarria se rebela para evitar quedarse con una estación de tren "fantasma"

Se suceden las protestas por la supresión de servicios, en la que ven el "preludio" de un cierre
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photo_camera La estación cierra hasta el 7. VILA

El anunciado cierre de la venta de billetes presencial en ocho estaciones de tren de Galicia, entre ellas la de Sarria, ha suscitado en esta localidad una reacción unánime en contra de una medida que ya se ve como el "preludio" de un desmantelamiento que dejaría a la villa con una estación "fantasma".

Así se expresa el alcalde, Claudio Garrido, para quien está en juego la pérdida de un "servicio público". Por ello, la junta de gobierno local acordó este lunes remitir un escrito a Renfe, Adif y Fomento mostrando la total oposición del Concello al cierre de las taquillas, medida que, en su opinión, demuestra un "desconocimiento" de la realidad de villas como Sarria.

"Mucho me temo que sea el preludio del cierre de la estación, algo que no es tolerable porque el tren es un servicio público básico y de carácter social en las zonas rurales", asegura Garrido, quien va más allá y denuncia el "desprecio" y la falta de inversiones en el tren convencional y más en un concello como Sarria con una fuerte presencia del Camino de Santiago.

De hecho, y según los propios datos de Renfe, la estación de Sarria registró en 2018 un total de 48.500 usuarios, lo que supone un aumento de 12.600 en un plazo de tres años, siendo de las pocas de la provincia que crece. Ello se debe en gran medida al elevado número de peregrinos que utilizan el tren para desplazarse a la villa para iniciar el Camino Francés.

Las reacciones tampoco se hicieron esperar desde la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago na Comarca de Sarria, cuyo presidente, Jorge López, inició una recogida de firmas en Change.org contra la supresión de la venta de billetes, medida que se aplicará oficialmente desde el miércoles pero que en Sarria ya está en marcha por vacaciones del personal. En la propia estación, un cartel anuncia su cierre hasta el 7 de enero, sin que existan máquinas expendedoras ni pantallas de información.

Para Jorge López se trata de "un novo ataque de desprestixio ao Camiño Francés", razón por la cual insta al Concello a tomar cartas en el asunto, al tiempo que recuerda la condición de Sarria como municipio de interés turístico.

Desde las filas del PP, su portavoz, José Antonio García, anuncia una moción para el próximo pleno a favor del mantenimiento de personal en Sarria. Explica que en 2017 ya hubo un intento de eliminar la venta presencial de billetes "pero o Goberno de Mariano Rajoy foi sensible e non o permitiu". García espera que PSOE y Podemos se manifiesten en contra de esta pretensión, como habían hecho en Sarria en aquella ocasión.

De igual modo, la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, reclama a Adif y Renfe que rectifiquen la decisión sobre la venta de billetes en Sarria, Burela, Viveiro y otra estaciones gallegas, asunto que motivará una pregunta al Gobierno central por parte de diputados del PP.

El sindicato Comisiones Obreras, que también se opone al cierre, calcula que esta medida afectará a unas 370.000 personas.

Por su parte, fuentes de Renfe cifraron este lunes en 26 los viajeros que suben al día en Sarria y señalaron que instalarán una máquina autoventa de billetes en la estación, donde estará indicado un número de teléfono para consultas. Los billetes también se venderán en la oficina de Correos y por internet.

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