Tras el cambio de nombre de la calle José Antonio de Sarria -ahora Xela Arias tras el acuerdo plenario adoptado en febrero para honrar a la poeta-, el gobierno municipal propone hacer lo propio con Calvo Sotelo, para la cual plantea como nueva denominación Rúa da Liberdade.
La concejala de cultura, Reyes Abella, explica que se trata de un nombre que ya existió en el callejero sarriano en el pasado y que, con esta propuesta, el objetivo es "recuperar" aquella denominación "histórica" y que alude a un "valor importantísimo".
Según el investigador Xaime Félix López Arias, fue en 1888 cuando el Ayuntamiento acordó por primera vez en su historia poner nombre a todas las calles y plazas de la villa. Así, fue bautizada como Calle de la Libertad el tramo de la carretera hacia Monforte comprendido entre lo que hoy es el cruce de A Avenida y el límite con Farbán. Matías López regaló entonces al Concello unas placas cerámicas con el nuevo callejero, pero la Calle de la Libertad dejó de existir unos años después al pasar a ser Benigno Quiroga.
El gobierno local ha convocado para el próximo día 18 una reunión de la comisión de protocolo, en la que están representados todos los partidos políticos de la corporación, para estudiar el cambio de nombre de la calle Calvo Sotelo, la principal arteria de la localidad junto con Matías López.
La reunión de los grupos políticos convocada para el día 18 también estudiará el caso de la vía conocida como callejón de Barreiros
Según la edila de cultura, la idea es que cada grupo haga sus propuestas durante esa comisión para intentar llegar a un consenso que deberá ser ratificado por el pleno para que tenga validez.
A priori, el asunto contará con el respaldo del BNG, que ya durante el anterior mandato puso sobre la mesa la retirada del callejero sarriano de José Antonio y Calvo Sotelo. Para los nacionalistas es ineludible el cambio de nombre y ven como opción Rúa da Liberdade, si bien no descartan otras.
Quien avanzó su desacuerdo es el PP. El partido no entra a valorar alternativas porque, a su modo de ver, no se debe cambiar. Argumenta que no incumple la ley de la memoria histórica y que un asunto de este tipo no puede estar a merced de voluntades "partidistas". Alega también que supondrá perjuicios para particulares y empresarios de la calle con más actividad comercial, algo que el gobierno niega. "A los vecinos no les genera ningún gasto, el propio Concello informa a todos los organismos del cambio", señala.
La comisión de protocolo también tratará el caso de la vía conocida como callejón de Barreiros, cuyos vecinos piden desde hace 20 años un nombre oficial.