La localidad de Sarria volvió este jueves a arder con la Noite do Lume, una cita que conmemoró su medio siglo de vida y que se recuperó con muchas ganas después de dos años de parón por la pandemia del coronavirus.
Cuarenta vecinos del campo de la feria, de todas las edades, se encargaron durante la jornada de preparar la celebración, siguiendo así los pasos de Pedro de Dios, quien inició la tradición.
En esta ocasión tuvo lugar en la nave del mercado ganadero ante la amenaza de lluvia. En las instalaciones los sarrianos, visitantes y peregrinos pudieron degustar 290 kilos de panceta y otros 178 de chorizo, una cantidad mayor que la de anteriores ediciones. También se repartieron 280 litros de vino. No faltó la queimada, preparada en 32 "potes" y para la que se emplearon 300 litros de aguardiente.
De todo ello estaba previsto que pudieran dar buena cuenta "entre 1.500 e 1.800 persoas", según los cálculos de los promotores. Estos, ataviados con unas camisetas con el cartel de las fiestas, sirvieron sin descanso a todos aquellos que esperaban en una larga cola, que daba la vuelta por la nave del mercado ganadero.
Los organizadores tenían "moitas ganas de que volvera" la Noite do Lume, evento que los residentes en la zona del campo de la feria consideran su fiesta.
Después de la degustación estaba previsto que actuara el grupo de música folk sarriano Eoas. A medianoche estaba programado el encendido de la hoguera y, a continuación, el espectáculo del Correfoc de los Dimonis, procedentes de la comunidad valenciana. Se preveía que este comenzara en el campo de la feria y continuara hasta la Rúa Maior para regresar al punto de origen.
