Una grúa de 38 metros de altura instalada en Sarria años atrás para la construcción de dos edificios de viviendas en la Rúa Calvo Sotelo fue retirada este martes durante unas tareas que generaron expectación por el despliegue que motivaron en la zona centro.
El desmantelamiento de la pluma obligó a cortar la calle Calvo Sotelo por parte de la Policía Local, en el tramo comprendido entre el cruce de A Ciguñeira y la Avenida de Becerreá desde primera hora de la mañana y hasta media tarde, permitiéndose el acceso al aparcamiento del Campo do Río y a través de la calle Ameneirizas.
Para estas tareas, que se completaron sin incidencias, fue necesario desplazar a Sarria otra grúa de grandes dimensiones. La retirada comenzó un poco más tarde de lo previsto debido a la fuerte helada que cayó por la noche y tuvo que realizarse con gran cuidado al encontrarse la pluma situada entre edificios, de modo que a partir de los primeros tramos la visibilidad era menor.
La grúa había sido instalada para la construcción de unos bloques de viviendas, que se levantaron en unos solares situados entre las calles Calvo Sotelo y Avenida de Becerreá, para lo cual fueron derribados en el año 2010 otros edificios en los que habían funcionado dos negocios clásicos en la localidad: la cafetería y discoteca Cristal y el hostal Londres.
otros casos. En el año 2018 también fue desinstalada otra grúa en la calle Lama da Gándara. En aquel caso había motivado quejas vecinales por encontrarse en las proximidades de un centro escolar y en ella llegaron a anidar unas cigüeñas, lo que obligó a retirar previamente el nido.
Unos años antes, en 2015, fue desmantelada la grúa de la Rúa Camelias, que llevaba alrededor de siete años sin uso junto a un edificio en cimientos.
Por su parte, en 2014 se llevaron a cabo los trabajos para desmontar otra instalación similar en el cruce de A Avenida, la cual había sido colocada en 2007 para construir de una manzana de viviendas que nunca llegó a ejecutarse. Aquella grúa acabó embargada por la Seguridad Social y un juzgado de Lugo acordó su venta dentro de un proceso concursal.
