La reconstrucción de un puente de la parroquia de Santa María de Lama (Láncara), que cedió en junio de 2017 y mantiene cerrado al tráfico un vial, comenzará la próxima semana, según el alcalde, Darío Piñeiro.
El Ayuntamiento lleva a cabo con cargo al plan único de la Diputación Provincial de Lugo del pasado ejercicio estas obras, las cuales fueron adjudicadas por 65.000 euros a la empresa Bascuas 2008, S.L., con un plazo de ejecución de cuatro meses. Los trabajos habían salido a licitación el pasado verano por 78.700 euros.
Está previsto que el lunes comience la actuación, para la que ya fue aprobado el plan de seguridad, indicó el regidor.
Las obras consistirán en la construcción de un puente cuya estructura estará formada por estribos de hormigón armado y un tablero formado por seis vigas prefabricadas. La estructura tendrá una luz libre de ocho metros y una altura de 2,40, cumpliendo los valores de desagüe necesarios para una avenida de 100 años, recoge el proyecto de la actuación.
El viaducto, que quedará fuera del cauce, se anclará en el terreno mediante dos zapatas. Las aletas de la infraestructura se construirán mediante muros de escollera revegetada para la protección de los bordes del cauce fluvial, «reduciendo los efectos erosivos producidos por el agua en las orillas del río», apunta el documento.
Los trabajos en el puente se completarán con la instalación de una barandilla metálica y la reposición del pavimento mediante la ejecución de un triple tratamiento superficial realizado sobre grava.
El viaducto, que comunica los núcleos de Armea de Abaixo y O Roxedoiro y da acceso a parcelas agrícolas, se encuentra cerrado desde el 6 de junio de 2017. Entonces cedió el tablero por su parte central, el cual fue retirado.
Los daños en la infraestructura no dejaron incomunicados a los vecinos, pues disponen de otras vías dando un rodeo. En aquel momento también fue acondicionado un camino alternativo.
Este viaducto de la parroquia de Santa María de Lama tenía varias décadas de antigüedad, aunque no había constancia de que presentara daños estructurales, según manifestaron en aquel momento desde el Ayuntamiento lancarés. Este ya disponía desde hacía tiempo de una memoria para reformar la infraestructura, no por problemas que sufriera, sino para ensancharlo ante las quejas de los vecinos, dijo.