El rastrillo Quilate regresa a Sarria con una buena acogida de público

Reunió 22 puestos de coleccionismo y antigüedades, algunos de los cuales ya habían estado en los primeros mercadillos de los 90
El rastrillo se celebró en un solar del Concello en la Rúa Porvir. PORTO
photo_camera El rastrillo se celebró en un solar del Concello en la Rúa Porvir. PORTO

El rastrillo Quilate de antigüedades y coleccionismo, que ya se había organizado en Sarria en los años 90, regresó con una buena acogida de público.

Desde primera hora de la mañana 22 puestos (seis de ellos del municipio) se instalaron en un solar del Ayuntamiento de la Rúa Porvir en una cita que fue recuperada por unos coleccionistas y anticuarios de Sarria y será mensual.

Para algunos de los expositores no fue la primera vez en Quilate. Es el caso de Pablo Vázquez, quien, cuando era un niño, acudía con su padre, Alberto, a estos mercadillos. "Todos queríamos venir. Mi hermano también porque le trae muy buenos recuerdos. Te trae sentimientos" señaló este coruñés, quien afirmó que "se vendía muy bien". Incluso entonces se celebró un mercadillo, rememoró, en verano en el paseo del Malecón, en el que de repente empezó a llover "y nos fuimos con todo empapado".

Otros de los que regresaron fueron, además de los anticuarios sarrianos, Antiguallas, que vuelve con una segunda e incluso tercera generación, o Coliseum. Desde este último establecimiento recordaron que también habían participado en los primeros rastrillos, cuando "aínda andabamos moitos como ambulantes". "Empezabamos co coleccionismo, con cousas de pouco valor, despois montamos as tendas e, máis tarde, por internet", explicaron.

En este regreso la cita tuvo una "buena acogida, con más público del que esperábamos", e incluso algún puesto no pudo ir por falta de espacio, apuntaron unos profesionales de Sarria.

En el rastrillo los asistentes pudieron encontrar todo tipo de objetos, desde libros hasta vinilos, CDs, figuras para decoración, piezas de barro o platos de porcelana, entre otros. La cita atrajo a coleccionistas, que reúnen todo tipo de piezas. "Yo colecciono libros", contó el responsable de un puesto, pero hay personas, dijo, que buscan lámparas, cajas, cerámicas del suelo, huchas, piezas de cuero, platos... y así hasta un sinfín de piezas.

En otro de los expositores aseguraron que el público se decantó especialmente por "vinilos, cousas relixiosas, selos ou moedas, está en auxe o coleccionismo".

Los visitantes tendrán una nueva oportunidad de viajar al pasado el 11 de diciembre, mientras que a partir de enero el rastrillo será al primer sábado del mes.


"Había que recuperar o mercadillo, gusta á xente"

Gerardo SánchezEl sarriano Gerardo Sánchez López fue el creador allá por los años 90 del rastrillo Quilate. "Había que recuperalo porque isto gusta. O primeiro día xa veu xente da Coruña, Ourense, Monforte ou Lugo", destaca este coleccionista que tampoco se quiso perder el regreso del mercadillo.

Él trabajó en el mundo de la banca, pero el coleccionismo y las antigüedades fueron su vida, dice. Sánchez había organizado unas exposiciones en la villa, tras lo que se animó a poner en marcha en 1990 el rastrillo Quilate "invitando a anticuarios de Sarria e outros". No recuerda la razón de haber bautizado como Quilate este mercadillo, el cual tenía lugar en la primera y segunda planta de la casa de la cultura.

Está "super contento" de que vuelva a celebrarse, por lo que este sábado, cuenta entre risas, "ás sete e media da mañá xa estaba aquí para axudar no que fora". El primer rastrillo tuvo una buena acogida y recibió "un público selecto, que sabe o que quere e gústalle o que traes", asegura.

Gerardo Sánchez afirma que "sempre" estará ligado, "mentres poda", a las antigüedades. "Cando estás neste mundillo é unha perdición", apunta el sarriano. Él continúa coleccionando, principalmente objetos religiosos, como medallas o breviarios. También es aficionado a las estampas o la pintura. Sin ir más lejos tiene una colección de Urbano Lugrís González, que le gustaría, asegura, exponer algún día en Sarria "nun sitio cerrado e vixiado".

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