Los Ramírez, una saga en la onda

Los sarrianos Joaquín y Herminia Ramírez destacaron en la historia de la radioafición. Ella fue la primera mujer de Galicia en esta disciplina, según revela una investigación de Tomás Abeigón
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photo_camera Retrato de Herminia Ramírez en el año 1934. ARCHIVO TOMÁS MANUEL ABEIGÓN

En los primeros años del siglo XX la villa de Sarria disfrutaba de una gran actividad cultural, aunque muchos de los instantes que se vivieron en aquel momento quedaron sepultados bajo la losa del olvido. También lo hicieron algunas figuras de renombre a las que hoy, casi cien años después, se les puede reconocer su labor gracias al trabajo de investigadores que no cesan en sus intentos.

Este es el caso del economista pontevedrés Tomás Manuel Abeigón, quien, tras una importante labor investigadora, llegó a descubrir las raíces de los primeros radioaficionados sarrianos y, gracias a ello, a la primera mujer que ejerció esta disciplina en Galicia.

Todo ello comenzó en el año 2014, cuando Tomás Manuel Abeigón decidió indagar sobre el origen de una materia que a menudo pasa desapercibida pero que tiene numerosos adeptos, la radioafición. Su pretensión era llegar hasta el punto de partida de los radioaficionados gallegos y el camino le llevó hasta Sarria de la mano de la familia Ramírez.

Uno de los negocios más famosos de la villa durante las primeras décadas del siglo XX era el bazar El Siglo. En él se vendían objetos variados para el hogar tales como muebles, loza o productos de vidrio, pero, a mayores, también se podían adquirir fotografías y aparatos de radio. La venta de estos objetos no era algo aleatorio y la explicación se encontraba en que el propietario de la tienda era Joaquín Ramírez. Detrás de ese nombre se encuentra una persona con historia y relevancia cultural, ya que fue un afamado fotógrafo y muchas de sus imágenes se publicaban en la revista Vida Gallega, pero la importancia va más allá de la vida profesional y su gusto por la radio le convirtió en el primer radioaficionado de Sarria.

Tarjeta QLS de Herminia Ramírez. ARCHIVO TOMÁS MANUEL ABEIGÓN
Tarjeta QSL de Herminia Ramírez. ARCHIVO TOMÁS MANUEL ABEIGÓN

La investigación de Tomás Manuel Abeigón consiguió descubrir que este hobby era compartido por otros miembros de su familia. Durante su repaso por la historia de la radioafición, el economista pontevedrés se encontró en varias ocasiones con la referencia de una mujer cuyo nombre no estaba identificado, pero sí constaba que era una gran apasionada de la disciplina, "entusiasta del micro y 'morsista'". Sus indagaciones le llevaron hasta una fotografía de un grupo de radioaficionados en cuya descripción se recogía que habían sido visitados por la sobrina de Joaquín Ramírez.

Una tarjeta identificadora QSL, datada de mayo de 1935, fue la que puso sobre la mesa de Tomás Abeigón el nombre de la, hasta entonces, radioficionada desconocida. Tal y como indica el investigador, estaba firmada por Herminia Ramírez y operaba desde la estación EA-1-BT, que correspondía a Joaquín Ramírez, lo que le sirvió para identificarla.

Estación desde la que operaba. ARCHIVO TOMÁS MANUEL ABEIGÓN
Estación desde la que operaba. ARCHIVO TOMÁS MANUEL ABEIGÓN

Tras este descubrimiento, el investigador consiguió dar con más datos y ejemplares históricos que revelaron que Herminia nunca estuvo identificada de forma oficial con su nombre en el mundo de la radioafición, ya que siempre emitió desde la estación de su tío.

La llegada de la Guerra Civil afectó a todos los ámbitos y cambió la vida tal y como se conocía en aquel momento. La radioafición fue una de las disciplinas más castigadas y quedó prohibida, aunque algunas estaciones como la de Joaquín Ramírez consiguieron mantenerse. Tras el conflicto participó a través de ella en conversaciones en las cuales se cree que Herminia era la locutora.

Por el momento se desconoce cual fue la trayectoria de Herminia Ramírez y cómo fue su vida, pero Tomás Abeigón asegura que seguirá investigando sobre la joven pionera que creció sin nombre en una disciplina que tiene muchas raíces en Sarria.

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