El puente de Valdriz reabre este viernes tras meses cerrado

La calzada pasa a tener siete metros de ancho y el viaducto, diez
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photo_camera Aspecto del puente prácticamente terminado. S. IGLESIA

Justo cuando se cumplen cuatro meses del cierre del puente de Valdriz para ejecutar en él las obras de ensanchamiento y la creación de una senda peatonal y ciclista, el viaducto, situado en la carretera LU-621, reabre a la circulación con una imagen totalmente renovada. Lo hará mañana, viernes, en una jornada en la que se prevé que estén presentes la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez; el delegado de la Xunta de Galicia en Lugo, Javier Arias, así como otras autoridades que supervisarán el resultado de los trabajos.

Con esta actuación, el conflictivo puente, que ya fue escenario de varios incidentes, pasa de tener seis metros de ancho a un total de diez, mientras que la propia calzada pasa de los 5,5 metros anteriores a siete. Para ello, la empresa adjuticaria de la obra, Ovisa, instaló una losa de ampliación en la infraestructura existente.

El ensachamiento de este transitado viaducto y sus preceptivos elementos de contención era una vieja demanda del municipio. Así, el proyecto completo, para el que la Consellería de Infraestruturas destina 730.000 euros, contempla también la creación de una senda de 460 metros de longitud -cuyas obras están aún por terminar- que conecta las aceras de A Pobra de San Xiao con la urbanización de Valdriz por el margen izquierdo de la carretera, con sus respectivas canalizaciones y los cruces de servicios como el saneamiento, y la instalación de una rotonda de acceso al núcleo de viviendas.

Respecto a la glorieta, el alcalde de Láncara, Darío Piñeiro, manifestó su rechazo al resultado de los trabajos en este punto, ya que, dice, sus características suponen un riesgo para los conductores y en especial para los camiones, que tendrán "dificultades" para maniobrar.

Además, justo antes de desembocar en ella -viniendo de Baralla- se encuentra una curva que el regidor tilda de "moi perigosa", por lo que insta a la consellería a que se elimine, aprovechando que aún están en marcha los trabajos en la senda. Indica también que el propietario de los terrenos que invaden la calzada en este punto los "cedería" para ejecutar la obra.

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