Una propietaria insta por escrito al Concello a tomar medidas con Diego Pazos

Denuncia la "incorrecta inclinación" de las aceras y teme que el agua evacue hacia las viviendas

Nuevas aceras en la Rúa Diego Pazos. VILA
photo_camera Las nuevas aceras de la calle Diego Pazos que suscitaron la polémica. VILA

La dueña de un edificio de la Rúa Diego Pazos de Sarria ha registrado un escrito en el Concello mostrando su preocupación por la reforma de la calle e instando "a tomar las medidas procedentes a fin de que la obra se ejecute de la forma proyectada" porque, según su versión, "no hace falta ser un técnico para apreciar la incorrecta inclinación de las aceras".

La mujer, que hizo llegar el mismo escrito a los grupos de la oposición, reclama del Concello que "ponga especial atención en cuanto a la conducción de las aguas pluviales a fin de evitar posibles responsabilidades futuras".

La propietaria toma como referencia los planos existentes en el proyecto de la obra, lo que le lleva a concluir que "la ejecución que se está llevando a cabo no se ajusta al mismo". "No cabe duda alguna a la vista de los propios planos que las aguas han de transcurrir desde las viviendas hacia el bordillo de las aceras y desde ahí hacia las canalizaciones pluviales", señala la afectada, según la cual la construcción de las aceras es "deficiente" porque "no guardan la pendiente dada y debida en el proyecto" y "en varios tramos incluso se encuentran abombadas con continuas subidas y bajadas".

En consecuencia, teme que el agua evacue hacia las viviendas, "generándose un grave perjuicio para los propietarios por las filtraciones, humedades provenientes de la calle, que en estos días no podremos observar por cuanto no ha llovido, ahora bien, en cuanto se produzcan lluvias o los aguaceros singulares que se suelen dar veremos las consecuencias de las mismas, con la inundación de bajos, portales y garajes", alerta.

Esta vecina sostiene también que, durante las obras, resultaron rotos o estropeados elementos arquitectónicos o de embellecimiento de fachadas, de modo que insta en el escrito a su reparación.

La mujer califica de "desastre" la ejecución de esta reforma y lo atribuye a "un capricho político" de hacerla "antes de unas elecciones municipales" y con un plazo de cuatro meses frente a los ocho iniciales (se calculaban tres meses para cada acera, uno para el asfaltado y otro para el acabado).

La alcaldesa aseguró esta semana que, según los técnicos, la ejecución de la obra no presenta ningún problema si bien, para mayor tranquilidad, se hará una prueba de evacuación de agua.

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