La corporación de Sarria aprobó el martes –con los votos del PP y el BNG, la oposición del gobierno y la abstención del PSOE– instar a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) a modificar el proyecto de mejora de la red de saneamiento y la estación depuradora de aguas residuales (Edar), de forma que el desagüe al río no se produzca en la zona de la isla de A Veiguiña, sino aguas abajo.
El asunto fue abordado a raíz de una moción del PP, cuyo portavoz, José Antonio García, acusó al gobierno local de "ocultar" el proyecto y llevarlo al anterior pleno fuera del orden del día para su aprobación sin conocimiento de la oposición. Finalmente no se votó por, dijo saber que no tenía los votos a favor necesarios.
El popular defendió que no se puede permitir que A Veiguiña, A Ribeira y Vilar de Sarria se conviertan en una "cloaca" al prever el proyecto "un vertido directo de augas" al río a través de un colector y un tanque de alivio.
El alcalde, Claudio Garrido, sostuvo que en una junta de gobierno local en mayo ya aprobaron dirigirse a la CHMS para que realice esta modificación del proyecto. Por ello, se mostró a favor de la moción de los populares, aunque les solicitó que retiraran de esta un punto en el que proponían al pleno que rechazara el proyecto, a lo que se negaron.
Apoyó la petición del PP el BNG, cuyo portavoz, Efrén Castro, exigió un proyecto que "solucione os problemas" y no los genere. Dijo que confiarán en la palabra de la CHMS cuando "por escrito" confirmen que "dá marcha atrás" y se "solucione o problema, non se leve a cabo este atentando medioambiental". La socialista Pilar López aseguró que el presidente de la Confederación y técnicos ya estuvieron en el lugar y confía en que modifique el proyecto.
Otro de los asuntos principales del pleno fue la traída vecinal de agua de Ferreiros por una moción de los populares para demandar que se ayude a los residentes en esta parroquia a legalizarla.
TRAÍDA DE FERREIROS. García considera una decisión "arbitraria" que se quiera "cortar" el agua del abastecimiento y "obrigar" a los vecinos a conectarse al municipal. El socialista Diego López pidió al Concello que haga todo lo posible para legalizar la traída, que lleva años funcionando "de forma exemplar", y que los residentes puedan gozar de ella "con todas as garantías sanitarias".
Castro reconoció que es un "problema complexo" e instó a "negociar" con los vecinos. Por su parte, el edil de obras y medio rural, José María Escudero, alegó que el abastecimiento sufre un "problema sanitario", de contaminación por arsénico, y que su eliminación es "complicada". Apuestan por "garantizar el suministro en cantidad y calidad" y los "más sostenible y factible" es la traída municipal, aseguró. La moción recibió los votos a favor de PP y PSOE, mientras que el gobierno votó en contra y el BNG se abstuvo.
