El pleno deja ver un distanciamiento entre los socios del gobierno de Sarria

El concejal de Servicios Sociales dice que fue "apartado" de la organización de la Festa dos Maiores. Todos los ediles aprueban una transferencia a la residencia para pagar las nóminas
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photo_camera Los concejales durante una votación en el pleno de Sarria. PORTO

El pleno de este jueves de Sarria dejó ver un distanciamiento entre los socios del gobierno (Camiña Sarria y Galicia Sempre). En todo momento votaron igual, si bien en el turno de preguntas quedó patente ese distanciamiento tras asegurar el concejal de Servicios Sociales, Benjamín Escontrela, que fue "apartado" de la organización de la Festa dos Maiores.

El evento era realizado habitualmente desde la delegación de Servicios Sociales, si bien este año se encarga alcaldía. Cuestionado por la portavoz del PSOE, Pilar López, por la celebración, el edil manifestó que no tuvo conocimiento de la fiesta y que desconoce por qué fue apartado de su organización, de la que sí se encargó en 2019. El alcalde, Claudio Garrido, alegó que entre las competencias del concejal no está el evento.

El portavoz del PP, José Manuel Bello, preguntó también por quién es el presidente de la junta rectora de la residencia de mayores al ser las últimas reuniones encabezadas por el regidor. Escontrela bromeó diciendo que "depende del día". Garrido argumentó que todos los órganos en los que esté el alcalde él es el presidente.

Precisamente la residencia fue uno de los principales temas de la orden del día al ser aprobada por unanimidad una transferencia de 200.000 euros del Concello al centro para abonar las nóminas de noviembre y diciembre y la paga extra al agotarse la partida para personal. La oposición denunció la "falta de previsión" a pesar de haberse aprobado el presupuesto hace pocos meses y pidió explicaciones. El alcalde explicó que no se podían prever las bajas del personal y las sustituciones.

El estado del geriátrico fue abordado también en el turno de preguntas al cuestionar el PP y el portavoz del BNG, Efrén Castro, sobre una inspección "moi desfavorable" de servicios sociales de la Xunta, que dio hasta ayer para subsanar las deficiencias. El nacionalista criticó que el centro no haga desde 2018 el registro de propiedades de los usuarios o el de llagas y temas "administrativos que son cuestións de vontade".

Escontrela dijo que son problemas que se arrastran desde hace "años", señalados ya en las inspecciones "desde 2015", y que se dieron "una serie de soluciones" ante la última. Otro paso, apuntó, será renovar el tejado, obra adjudicada. Achacó también las problemáticas a falta de personal.

Por otro lado, se aprobó por unanimidad un incremento salarial del "1,5%" para el personal laboral del Concello y la residencia. Por el contrario, no salió adelante una moción firmada por PP y PSOE para que el estadio de Ribela lleve el nombre de Carlos Alberto Díaz. El BNG y el gobierno plantearon tratarlo en la comisión de protocolo, a lo que se mostraron favorables los socialistas. Los populares reprocharon que hace un mes presentó en el pleno por urgencia la moción y que no se convocara en este tiempo la comisión.

Sí se aprobó, con la abstención del PP, una moción del BNG para que las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar tengan un convenio "digno" y una subida salarial del 6,5%, como solicitan con movilizaciones en toda Galicia. También instó a que la Xunta impulse un sistema público gallego de cuidados. La corporación dio luz verde por unanimidad otra moción del BNG para pedir que el Concello retome los cursos de costura.

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