El pleno ordinario celebrado este jueves por la corporación sarriana autorizó pagos e inversiones por cerca de cuatro millones de euros. El gobierno llevó a esta sesión una serie de modificaciones y reconocimientos extrajudiciales de crédito con cargo al remanente de tesorería que salieron adelante con la abstención de los tres grupos de la oposición y, en uno de los casos, con el apoyo del BNG.
En concreto, los nacionalistas dieron su voto a una modificación de 2,8 millones de euros, en la que se incluyen los 150.000 para la campaña de apoyo al comercio acordada entre gobierno y BNG.
Con cargo a estos fondos se financiarán también diez actuaciones pactadas con el PSOE que, no obstante, se abstuvo. Según anunció la secretaria provincial, las propuestas afectan a la renovación del firme en Calvo Sotelo, Padre Sarmiento, Rosalía de Castro y Rúa da Igrexa de Oural; partidas para la Casa dos Ulloa y la cubierta de la residencia, y mejora de polideportivos. Además, acordaron mantener la bonificación del Ibi, pedir a la Xunta una guardería y el acceso a libros de texto gratuitos.
El pleno libró también más de 550.000 euros para pagar facturas pendientes de 2020 que no tenían crédito, y aprobó otra cantidad próxima al medio millón de euros para nóminas y otros gastos en la residencia de mayores.
Aunque todas las propuestas económicas recibieron luz verde, la sesión no estuvo exenta de debate. Para el PP estas modificaciones de crédito son la confirmación de que un año más no habrá presupuestos municipales (están prorrogados desde 2015). "A metade de lexislatura demóstrase o pufo que é Camiña Sarria", criticó José Antonio García. El alcalde, Claudio Garrido, quien admitió que el presupuesto era prioritario para su grupo, alegó que "con un límite de gasto de 8,3 millones no creo que nadie fuera capaz de hacerlo".
Ambos se enzarzaron en una polémica sobre sus respectivas gestiones en materia urbanística, en el trascurso de la cual García culpó a Garrido de un PXOM que tuvo en su día "3.000 alegaciones" o del permiso para un hotel denegado por la CHMS, a lo que este contraatacó con el fallido plan de Outarela o "un centro de salud sin entrada ni salida pública".
El pleno iba a someter también a aprobación el proyecto de la nueva Edar de Sarria, pero el regidor decidió retirarlo del orden del día para mejor estudio tras la presentación de firmas de los vecinos.
El concejal negó este extremo y defendió la labor en la residencia, al tiempo que denunció la pérdida de subvenciones para el geriátrico en 2017 y 2018. También calificó de "nefasta" la gestión de su predecesor, Efrén Castro, lo que motivó un cruce de reproches entre ambos.
Traída de agua
El PP presentó otra moción para que se mantenga el abastecimiento de agua vecinal de la parroquia de Ferreiros, pero fue rechazada porque el gobierno votó en contra y BNG y PSOE se abstuvieron pidiendo que se estudien fórmulas para su conservación garantizando las condiciones sanitarias.
Camiña dijo que esta traída carece de concesión administrativa y el agua no es potable, por lo cual el Concello plantea un nuevo proyecto con el que "garantizar el servicio en calidad y cantidad", afirmó.