Los pisos de uso turístico aumentaron en Sarria un 66,7% respecto al año pasado. Pese a este incremento, cada vez son más los propietarios de este tipo de viviendas que se decantan por un alquiler a largo plazo, un cambio de tendencia provocado por el coronavirus y los nuevos condicionantes que trae consigo, tal y como constatan las inmobiliarias.
El número de viviendas registradas en el directorio de alojamientos turísticos de la Xunta de Galicia se incrementó considerablemente, pasando de 30 a 50 en el plazo de un año. De este medio centenar de inmuebles, uno dispone de licencia para ejercer la actividad desde febrero y cuatro desde el mes de mayo. Asimismo, en la mayoría de los casos este permiso se alarga hasta diciembre, excepto en cuatro, que lo hacen hasta el mes de octubre.
Los alojamientos turísticos en Sarria varían según el número de habitaciones, ofertando desde una hasta cinco. En total, la localidad dispone de 302 plazas.
Los inmuebles se anuncian en páginas web como Booking o Airbnb y el precio de los mismos varía según la fecha, la vivienda seleccionada o los servicios que se incluyen en la misma. Por ejemplo, reservar una habitación para un adulto la noche de este sábado al domingo en la villa oscila desde los 42 euros hasta los 150.
INMOBILIARIAS. Por su parte, las inmobiliarias sarrianas coinciden en que el auge de estos pisos, combinado con el poco movimiento del sector de la construcción, repercute en que exista una mayor demanda que oferta para alquilar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia del Covid-19 vieron un cambio en la tendencia.
A pesar de que el rendimiento económico que obtienen los propietarios a través de los pisos de uso turístico es mayor que en un alquiler a largo plazo, la inseguridad que generó la pandemia en el mercado inmobiliario les hizo plantearse otras opciones para ocupar las viviendas. Desde los establecimientos señalan que algunos propietarios con licencia turística se pusieron en contacto con ellos para alquilarlos con una mayor duración, debido al aumento de medidas sanitarias requeridas para evitar la propagación del virus, como la continua desinfección de las habitaciones.
En la inmobiliaria Sierra comentan que el cambio en esta dinámica de los dueños se apreció a partir de mayo. Además, indican que estos inmuebles están listos para ser ocupados por las características que les imprime ser de uso turístico, además de "estar moi ben acondicionados". Por ello, el precio de los mismos es mayor que la media, oscilando entre los 350 y los 400 euros al mes.
Por su parte, en la inmobiliaria Moreno apuntan que "vuelve a haber un poco de oferta" para alquilar pisos que tenían fines vacacionales y que esta tendencia se vio progresivamente desde la aparición de la pandemia. Además, informan de que en este momento los propietarios buscan alquilar los inmuebles para todo el año.
