Una de las imágenes que no falta en las cámaras de los peregrinos que recorren el Camino Francés es la del mojón que marca el mítico kilómetro 100 a Compostela. Este hito, que anteriormente se encontraba en Sarria, cambió de ubicación hace cinco años con la nueva delimitación de la ruta jacobea y pasó a situarse en A Pena (Paradela), en un núcleo tradicional que está siendo acondicionado con más de 534.000 euros.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) financia estos trabajos, que ayer recibieron la visita de la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, acompañada, entre otros, del alcalde de Paradela, José Manuel Mato.
Las obras, adjudicadas a la empresa Construcciones Taboada y Ramos, comenzaron en primavera y tienen un plazo de ejecución de diez meses. Afectan a una superficie de 1.700 metros cuadrados y suponen la puesta en valor de un núcleo singular de la parroquia de Ferreiros, que conserva elementos como una fuente o una parra que da cobijo y sombra, sobre las cuales también se actuará.
La intervención conlleva la dotación de abastecimiento, saneamiento y red de pluviales, así como la eliminación de tendidos aéreos. Otra parte será la nueva iluminación led, según explicaron ayer responsables de la obra, quienes también indicaron que se recuperarán algunos muros.
Durante su visita, Isabel Rodríguez destacó la apuesta del Gobierno central por revitalizar el Camino con proyectos de interés cultural en Palas, Portomarín, Paradela, Sarria, Triacastela, Monterroso y Pedrafita, a las que se sumarán las obras del Plan Turístico Nacional Xacobeo que afecta a bienes como el Muíño do Toleiro.
El alcalde, por su parte, agradeció la mejora de A Pena y avanzó que el Concello prepara también una actuación en el mojón 100.
