Patrimonio dos Ancares reclama que sean BIC unos petroglifos de Láncara

Pide a la Xunta que catalogue este yacimiento, descubierto por un vecino en los años 80
Detalles del petroglifo hallado en el municipio lancarés. EP
photo_camera Detalles del petroglifo hallado en el municipio lancarés. EP

El colectivo Patrimonio dos Ancares pide a la Xunta de Galicia que declare Ben de Interese Cultural (BIC) unos petroglifos que se encuentran en el monte Carballedo de la parroquia de Vilarello, en el municipio de Láncara.

El yacimiento fue hallado en la primavera de 1986 por el lancarés Xoán Carlos Laxe, que entonces lo puso en conocimiento de los organismos públicos sin que tomaran medidas, según el portavoz de la asociación, Xabier Moure. Por ello, el vecino solicitó a Patrimonio dos Ancares el estudio de los petroglifos, además de que llevara a cabo las pertinentes gestiones ante Patrimonio.

Moure, quien visitó los grabados acompañado por el investigador David Outeiro, destaca la singularidad de este yacimiento, pues los petroglifos verticales son muy escasos en Galicia. Por ello, el colectivo comunicó su existencia al Servizo de Xestión Cultural de la Xunta de Galicia para que los catalogue, además de solicitar a Patrimonio que los proteja. Entre los planes de la asociación está el de ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Láncara para que preserve el yacimiento, así como que lo señalice.

Los petroglifos se ubican a 620 metros de altura y la roca en la que se encuentran tiene unas grandes dimensiones. En la parte horizontal se puede ver una cavidad de unos 20 centímetros de diámetro del que emerge un fino canal hasta el final del peñasco. Además, se localizan una docena de cuencos pequeños en línea de tres.

En la parte vertical, por el lado suroeste, se ven tres grabados separados entre sí. El primero es un círculo con una hendidura en el centro del que sale un surco. El segundo —el más grande de los tres— tiene una "tosca cruz gravada ao seu carón", describe el portavoz del colectivo. Este símbolo pudo grabarse siglos después para eliminar el antiguo dibujo al considerarse un elemento pagano, apunta el investigador Xabier Moure. Por su parte, el tercer grabado corresponde a una combinación de dos círculos concéntricos con una cavidad central del que también sobresale un canal.

En el margen este se localizan tres concavidades alineadas de dos centímetros de diámetro y, por encima de ellas, otras tres hendiduras de unos siete centímetros, indica el portavoz.

ALTAR RITUAL

En cuanto al significado de los petroglifos, Moure plantea varias hipótesis, a pesar de que "son para nós, en principio, de natureza inintelixible". El portavoz del colectivo cree que las hendiduras formadas en la piedra eran utilizadas como "recipientes para realizar ofrendas nalgún ritual, como receptáculos para sacrificios". En el caso de los grabados, "trátase duns motivos enigmáticos", pudiendo ser representaciones del sol.

La asociación piensa que el escenario pudo haber sido un altar donde se practicaba algún ritual. "Varias laxes fincadas no chan, formando un semicírculo, pechaban a parte vertical da pena", explica Moure.

RELEVANCIA

El yacimiento se encuentra a cien metros del castro de Monte das Penas, "o que amosa que a zona foi obxecto dunha longa ocupación, tendo en conta que os petroglifos teñen unha antigüidade duns 4.000 anos e o castro, duns 2.000",dice Moure.

La roca con grabados se ubica en las inmediaciones del enigmático lugar de Pedra da Serpe. La leyenda cuenta que una serpiente de grandes dimensiones con alas devoraba a las vacas que pasaban por el lugar. Por ello, la gente prefería no pasar por allí por miedo a perder el ganado.

Hasta el momento tan solo hay un petroglifo catalogado en el ayuntamiento de Láncara, llamado Pena de Oso, en la parroquia de Armea, según el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

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