Paradela finalizará en julio la reforma de la piscina municipal

Los trabajos cuentan con un presupuesto de 123.000 euros, subsanarán un desnivel en el vaso e incluyen la sustitución de pavimentos y la reconstrucción de un tramo de forjado
photo_camera Obras en la piscina de Paradela. PORTO

El Ayuntamiento de Paradela comenzó la reforma de la piscina municipal, obra que fue adjudicada en 123.000 euros y prevé que esté finalizada en julio.

La actuación busca subsanar un desnivel que sufre el vaso, explicó este miércoles el alcalde, José Manuel Mato. Para ello, los trabajos suponen la colocación de juntas estructurales que puedan absorber los posibles asientos que se produzcan en el futuro entre la piscina y la solera, recoge el proyecto. Según señala, el vaso ha descendido en el lado oeste tres centímetros con respecto al lado más cercano a la vía de acceso.

Los trabajos incluyen solucionar la falla en la estanqueidad del vaso mediante una lámina armada, reconstruir un tramo de forjado, sustituir los pavimentos y reparar las fachadas de la edificación que alberga la cafetería, la recepción y los vestuarios. El proyecto contempla actuar en la barandilla perimetral, que contará con cristal. Además, se sustituirán sumideros, duchas y escaleras de acceso al vaso, así como sembrar césped.

Las obras fueron adjudicadas a la empresa Galitec Desarrollos Tecnológicos, que prevé finalizarlas a principios de julio si no se producen contratiempos durante los trabajos. El objetivo del Ayuntamiento es poder abrir entonces las instalaciones.

En el caso de que se limitara el aforo por la crisis sanitaria del coronavirus, podría ser controlado por los socorristas. La piscina también dispone de cafetería y ya hay interesados por explotarla.

LICITACIÓN. El Concello sacó a licitación la reforma de la piscina el pasado mes de febrero en 125.000 euros, cuantía incluida en el presupuesto de este año. Al concurso se presentaron tres empresas.

Una de ellas fue rechazada por incurrir su oferta en valores anormales o desproporcionados y no justificarlos. Esto llevó a que el Ayuntamiento procediera a contratar las obras a una segunda firma, que renunció. Por ello, fue sancionada por 3.000 euros y la administración adjudicó finalmente los trabajos a Galitec Desarrollos Tecnológicos.

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