La representación del luthier sarriano Xermán Arias, a cargo del artista ourensano Mon Devane, concluyó en el séptimo puesto dentro de la votación organizada por la comunidad artística Street Art Cities para coronar al mejor mural urbano del mundo.
Esta obra ocupa la totalidad de la fachada lateral de un edificio de dos plantas situado en Triacastela, junto al Camino Francés.