"Nunca olvidaremos la cuarentena por Sarria"

El covid abortó la peregrinación de tres catalanas que recibieron la ayuda del Concello para confinarse diez días 
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photo_camera Las tres peregrinas, junto al concejal de servicios sociales, en la Rúa Maior de Sarria, una vez finalizado el periodo de cuarentena. VILA

La catalana Elvira Castillo Moncayo, su hija Anais Molina y una amiga de esta, Camila Ocampo, nunca olvidarán su paso por Sarria. Lo que iba a ser una peregrinación planificada desde hacía un mes acabó convertida en una cuarentena de diez días en un piso de la localidad sin poder salir. El positivo en coronavirus que afectó a una de ellas nada más aterrizar en la villa desencadenó una odisea que tuvo final feliz gracias a la ayuda del concejal de servicios sociales y al seguro covid.

Pese a que los planes se trastocaron y no pudieron disfrutar del inicio de sus vacaciones, las tres se muestran agradecidas y con ganas de hacer el Camino el próximo año. Anais y Camila, dos jóvenes barcelonesas, tenían planeado un verano perfecto una vez finalizada la Selectividad.

El pasado día 6 tomaron un vuelo a Santiago para desplazarse después hasta Sarria e iniciar los últimos cien kilómetros del Camino Francés, acompañadas de Elvira Castillo. El mismo día que pisaron Sarria supieron que otra amiga, con la que habían pasado el fin de semana, había dado positivo en covid

"La experiencia nos dejó la suerte de encontrarnos con buena gente. Nos vamos con ganas de hacer el Camino en 2022", señalan

''Nosotras teníamos que intentar seguir el protocolo pero no sabíamos cuál era y no había soluciones'', explican las chicas, quienes telefonearon a varios números y vivieron esos primeros momentos en una ''completa incertidumbre'' lo que les generó ''angustia''.

Según cuentan, acudieron al PAC para solicitar una prueba PCR pero les dijeron que no se la podían hacer porque no tenían síntomas. Optaron entonces por recluirse en la habitación de un albergue a la espera de que llegara la madre de Anais a la jornada siguiente. Ese día, 7 de julio, Camila ya amaneció con fiebre y dolor de cabeza. Elvira le puso paños de agua fría y la llevó por urgencias donde, tras varios trámites y contratiempos, les hicieron pruebas de antígenos que confirmaron el positivo en covid de la joven.

Una vez más se encontraron ''sin saber qué hacer'' y sin unas directrices que seguir hasta que, según dicen, ''llegó Benjamín Es contrela''. El edil de servicios sociales, médico de profesión, fue requerido para intentar dar solución a un caso que define como ''insólito''.

''Era la primera vez que se nos daba esta situación y no podíamos dejarlas tiradas'', afirma. El primer paso fue enviar a las tres mujeres a Lugo en dos ambulancias distintas para hacerles sendas pruebas PCR, que ratificaron dos negativos y un positivo.

Después, se les procuró un piso para poder alojarse durante los diez días que debían guardar cuarentena, una estancia que fue financiada gracias al seguro covid de la Xunta que contrataron las peregrinas. También hubo que gestionar alguien que les llevase la comida dado que ninguna de las tres podía salir al exterior.

''Los dos primeros días fueron de sufrimiento y preocupación, pero los restantes estuvimos bien'', cuentan las peregrinas, que pasaron las horas con videollamadas, películas, series y un libro que les prestó la propietaria del piso en el que se alojaron. ''Se titula El arte de engañar al karma, que fue lo que hicimos nosotras'', comentan entre risas cuando, al fin, pueden pisar la calle.

''Nunca nos vamos a olvidar de esta cuarentena en Sarria'', aseguran las tres mujeres, que intentan quedarse con la parte positiva. ''Por lo menos nos ha salido algo que contar y la experiencia nos deja la suerte de encontrarnos con buena gente'', declaran.

Ahora regresarán a Barcelona. Tenían otras actividades programadas que les impiden realizar en este momento la peregrinación que debían haber iniciado hace días. Pero si una cosa tienen clara es que volverán a Sarria para ''hacer la misma ruta que teníamos planeada''. El Camino de Santiago las espera ''el próximo verano''.

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