Un nombre propio para la psiquiatría

Ricardo Núñez Rodríguez, natural de Vilapedre, fue una figura vital en la historia de la psiquiatría lucense. Al cumplirse 60 años de su muerte, el Seminario Vázquez Saco y La Unión preparan un reconocimiento a un médico con el que Sarria estaba en deuda

Hotel Fiz de Vilapedre, en el municipio de Sarria. AEP
photo_camera Edificio que albergó el psiquiátrico de Vilapedre. AEP

Ni nombramientos institucionales, ni dedicatoria de calles o del centro de salud ni otros tributos. Ricardo Núñez Rodríguez (Vilapedre, 1866-1958) desempeñó un papel fundamental en la psiquiatría al fundar en su localidad natal el primer hospital para enfermos mentales de la provincia de Lugo, pese a lo cual carecía de un reconocimiento que en parte quedará saldado en los próximos meses. Con motivo del 60 aniversario de su fallecimiento, el Seminario de Estudos Sarriaos Francisco Vázquez Saco, en colaboración con la sociedad La Unión, preparan una serie de actos para honrar la figura de este "médico alienista, bo e xeneroso", en cuya memoria lucirán sendas placas en la villa sarriana y el panteón donde reposan sus restos, en San Fiz de Vilapedre.

Ambas entidades pretenden así reconocer la contribución de un sarriano que, en su faceta profesional, "foi moi moderno, militando na antipsiquiatría mesmo antes de que se falase dese concepto", apunta el investigador sarriano Xaime Félix López Arias.

Ricardo Núñez nació en el seno de una familia de labradores de la aldea de Pereiro, cursó sus primeros estudios en las escuelas públicas de Sarria, continuó en Lugo y se formó como médico en Madrid, donde finalizó la carrera en 1892.

Según recogen en un artículo David Simón y Emilio González, a principios del siglo XX regresó a su casa familiar tras un período en el que ejerció la medicina en el Centro Gallego y el ayuntamiento de Madrid, además de colaborar en la lucha sanitaria contra una epidemia de cólera en Extremadura. De vuelta a Sarria, "se establece como médico general, convirtiéndose en uno de los médicos de cabecera más famosos de la comarca, práctica que nunca abandonó a lo largo de su vida profesional".

Corría la primera década del siglo XX cuando fundó un hospital para enfermos mentales pionero en la provincia de Lugo, conocido en sus orígenes como el "manicomio de Vilapedre", el cual estuvo en marcha hasta 1950 aproximadamente. Esta moderna institución, nacida de su propio patrimonio y sin ayudas oficiales, pronto se convertiría en un referente por las técnicas avanzadas que empleaba y su novedosa concepción en la atención a los internos.

Pero Ricardo Núñez no solo fue un precursor en la psiquiatría, sino que, de igual modo, demostró un gran interés en la enseñanza, lo que le llevó a crear una escuela en San Fiz de Vilapedre, a la que acudieron cientos de niños. Hombre preocupado por temas como la higiene, dirigió también la utilización de las aguas medicinales del balneario de Céltigos, fue socio de La Unión, presidió la sociedad cultural de A Pobra de San Xiao, escribió libros y promovió actividades de dinamización social como la Fiesta del Árbol en Vilapedre.

En su faceta política desempeñó los cargos de concejal y diputado, se identificó con las ideas progresistas y, según varios testimonios, a punto estuvo de ser represaliado, situación que evitaron sus vecinos con labores de vigilancia.

Conocidas de muchos sarrianos son simpáticas anécdotas del psiquiatra y uno de sus pacientes, quien le acompañaba en los desplazamientos en coche dirigiéndole en las curvas. La bondad y el trato humano eran dos de las características de este vecino, siempre dispuesto a ayudar y prestar atención médica "gratuita".

Así lo explica Victoria López, natural de su misma parroquia, quien, si bien por edad no llegó a conocer a Ricardo Núñez, tiene surtidas referencias por sus antepasados. "Meu pai sempre contaba que en tempos de necesidade, cando cocía o pan no forno da casa, deixaba a porta aberta para que a xente o pudiera coller sen ter que pedilo", narra esta vecina, quien se refiere al psiquiatra como una persona "entrañable", muy implicada socialmente "e que facía moito polos demais".

Según comenta, la escuela que fundó en Vilapedre no solo contaba con amplios ventanales (ante la creencia de que gran parte de los problemas de visión procedían de la falta de luz) sino también con una chimenea para dar calor. Incluso cuando el deterioro ya hacía mella en el médico, seguía visitando cando día el colegio, donde los alumnos se ponían en pie a su llegada y le recibían "con moita solemnidade, como merecía".

Ricardo Núñez falleció a los 92 años en la miseria. En homenaje a este "gran olvidado" está previsto organizar charlas y editar un folleto con su historia.

Un centro único
Sin métodos de fuerza y con el trabajo de terapia

 
La institución que fundo Ricardo Núñez en Vilapedre fue muy avanzada en su época y contaba con biblioteca. Según indica Xaime Félix López, "non se usaban métodos de forza e utilizábase o traballo como terapia". El psiquiatra se  preocupó por integrar a los pacientes en la sociedad y por "practicar a vida comunitaria", comiendo con ellos.

Tras el cierre, el edificio quedó abandonado. En el año 2003 se restauró como hotel, después fue un club y hace unos meses se puso a la venta.

 

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