El museo de la locomoción agraria de Trasliste ronda ya los mil visitantes

El Muvicla incorpora a sus instalaciones nuevo material con donaciones de particulares
La Asociación de Xubilados do Mar A Moncloa fue una de las últimas que visitó el Muvicla, el cual recibió en donación varias piezas (derecha) de una familia de A Pobra. EP
photo_camera La Asociación de Xubilados do Mar A Moncloa fue una de las últimas que visitó el Muvicla, el cual recibió en donación varias piezas (derecha) de una familia de A Pobra.

El Museo Vivo e Integrado do Campo e da Locomoción Agraria (Muvicla) abrió sus puertas en junio del pasado año en la parroquia lancaresa de Trasliste y, desde entonces, recibió unas mil visitas, además de aumentar la zona expositiva con nuevo material, procedente en algunos casos de cesiones de particulares.

Marcos Vázquez Marey, responsable del proyecto, asegura estar "moi contento" con la acogida del Muvicla, que ya fue visitado por un gran número de colegios, asociaciones de Lugo y Asturias, así como colectivos de otros puntos de Galicia y vecinos de Madrid, Cataluña o Andalucía, tanto de forma individual como en familia.

Entre ellos se cuenta, además, una joven estadounidense que realiza su tesis de doctorado en la Universidade de Santiago de Compostela y que se interesó por este museo, habilitado en una casa de labranza, la Casa de Vázquez, de más de 200 años de antigüedad.

Vázquez Marey, quien también preside el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Lugo, ejerce como guía de los visitantes del Muvicla, a quienes intenta transmitir con sus explicaciones su pasión por el mundo rural. Fue así como llegó a reunir la gran cantidad de maquinaria que hoy se puede ver en el museo.

Hasta nueve tractores forman la exposición permanente, entre los cuales figura un David Brown de 1947, un Barreiros 335 o un Ferguson que fue el primero de Galicia con matrícula histórica.

Los trabajos de recogida del cereal centran otra de las líneas expositivas, con multitud de aperos agrícolas para realizar estas labores. Además, el promotor del museo muestra una colección de miniaturas con la misma temática relacionada con el campo.

Las 350 piezas con las que abrió sus puertas el Muvicla se han ido incrementando a lo largo de estos meses, tanto con efectos propiedad de Marcos Vázquez y su familia como con donaciones de particulares. Es el caso de una colección de piezas de la marca Ajuria, que fueron cedidas al museo por unos vecinos de A Pobra de San Xiao.

"Son tres pezas dos anos 40 do pasado século: un muíño de cereal, unha picadora de raíces e unha afiadora con asento", explica Marcos Vázquez, quien asegura que este tipo de aportaciones son "xestos que animan moito".

A esta donación se une la de "unha grade feita a man" realizada por un vecino de Baralla.

El museo, que también fue objeto de una presentación en Madrid, atiende cualquier día de la semana previa concertación de la visita. Los precios pueden consultarse en su página web, que ofrece la posibilidad para grupos de reservar la comida.

Según su promotor, quien también forma parte de la Asociación Galega de Amigos da Maquinaria Agrícola Clásica (Agamac), este museo vivo e integrado pretende ser "a materialización do que unha casa de labranza pode aportar á cultura, o patrimonio e o medio ambiente", además de difundir los valores del rural gallego.

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