Con la mochila a cuestas a Roma

El sarriano José Ferreiro Caneda inició en la villa una peregrinación a la ciudad italiana ►Cruzará tres países y recorrerá 2.622 kilómetros, en lo que calcula que invertirá cien días
El sarriano José Ferreiro Caneda, en el Camino Francés. EP
photo_camera El sarriano José Ferreiro Caneda, en el Camino Francés. EP

Desde niño al sarriano José Ferreiro Caneda le llamaron la atención los peregrinos que veía pasar por su localidad y quería vivir esa experiencia. Hace seis años se animó a recorrer el Camino Francés y desde entonces completó distintas rutas jacobeas por España. En este 2023 va más allá y el lunes comenzó una peregrinación que lo llevará a cruzar tres países, ya que caminará 2.622 kilómetros desde su tierra hasta Roma.

Cuando era pequeño se cruzaba con los peregrinos por Sarria y le causaban curiosidad. Con el tiempo comenzó a trabajar de camarero en un restaurante de la ruta y le picó todavía más el gusanillo. "Al verlos disfrutar, las sensaciones que traían y transmitían me enamoré. Yo también quería saber lo que era eso", cuenta.

Y hace seis años se lanzó. Comenzó con las etapas de Triacastela a Compostela "para probar sensaciones". Sin embargo, al llegar a Portomarín ya no quería saber nada más. Era "inexperto, sin una mochila buena y apenas conocimientos del Camino", por lo que fue "un sufrimiento".

Unos jóvenes de Cádiz lo animaron a continuar, consiguiendo el objetivo de acabar en Santiago, y con ellos recorrió en años siguientes otras rutas. El sarriano ya se había enganchado al Camino y aprovecha las temporadas bajas, cuando no trabaja, para peregrinar. Él solo ya completó el primitivo, norte, portugués, inglés o el francés desde el país galo.

Este año decidió viajar desde su localidad a Roma, lo que siempre le llamó la atención. "Me apetecía peregrinar a otro sitio que no sea mi tierra y experimentar lo mismo que los extranjeros cuando llegan a España, las sensaciones que pueden tener", explica José Ferreiro. Eligió como destino otra de las principales ciudades santas. "La gente peregrina normalmente desde su casa y yo lo mismo, de Sarria a Roma", apunta el vecino, quien quiere "llenar la mochila de experiencias" con esta aventura.

"Quiero probar lo de caminar por otros países y complicarlo un poco más, al revés, con poca señalización y pocos albergues", afirma el sarriano.

Salió el lunes de su tierra y calcula que en 100 días puede llegar a la ciudad eterna, aunque no tiene un tiempo cerrado y, si fuera necesario, se podría prolongar más tiempo. "Habrá paisajes maravillosos y algún pueblo que me encante. A lo mejor quiero quedarme algún día más en algún sitio. Iré según me vaya encontrando y viendo", afirma el sarriano, quien llegó ayer a Cacabelos. En esta localidad leonesa parará probablemente un par de días para recuperarse de una ampolla.

Preparativos

Para recorrer las rutas jacobeas él no se prepara previamente. "Hice otros completos, como el del norte, que es bastante duro, por montañas, y nunca entrené. Trabajo de camarero y estar 13 o 14 horas diarias en temporada alta en lugares de peregrinos, ya llevas "mallados" los pies", afirma. En esta ocasión el pasado día 30 finalizó con su sobrino la peregrinación de Sarria a Santiago, lo que le sirvió de "entrenamiento". "Me vino muy bien andar cinco días hasta Santiago y haber cargado con una mochila", dice.

Sobre el equipaje cuenta que ya lo reestructuró en dos ocasiones en su viaje al cargar con un peso "bastante excesivo" para la peregrinación por el Camino.

Este supone para él "evadirse de todo, del tiempo, vives por y para caminar, solo piensas en llegar al sitio y dónde vas a dormir y comer". "Te da una satisfacción y libertad", asegura. Ferreiro es partidario de andar solo para estar consigo mismo y después compartir experiencias con el resto de caminantes en los albergues.

Al ser temporada baja muchos de estos alojamientos se encuentran cerrados, lo que condiciona las etapas. El miércoles, por ejemplo, durmió en Trabadelo y él era el único en el albergue.

No se encuentra a muchos peregrinos. Desde su inicio se cruzó con unos 30 coreanos y españoles. "En la zona de Galicia aún vi, pero después algo menos", señala.

Al recorrer el Camino en dirección contraria causa curiosidad y los peregrinos le preguntan al respecto, como un coreano, quien se "quedó muy alucinado". "Les digo que quiero comprobar si el dicho es verdad, si todos los caminos llevan a Roma", bromea sobre esta aventura "que marcará posiblemente un antes y un después".

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