"Metéuseme na cabeza que ía tocar na montaña lucense"

Un sarriano dio con el Gordo en A Fonsagrada en su periplo por varios concellos siguiendo su intuición
Luis Gallego muestra en el pantalla del móvil una foto del décimo premiado. VILA
photo_camera Luis Gallego muestra en el pantalla del móvil una foto del décimo premiado. VILA

No soñó con el número de la lotería ni nada parecido, pero una fuerte intuición guió al sarriano Luis Gallego López hasta el premio Gordo. "Metéuseme na cabeza que este ano ía tocar na montaña lucense", explica este vecino de la parroquia de San Salvador de Cesar, que a mediodía de este jueves aseguraba encontrarse en "schok" por ser uno de los agraciados con el primer premio del sorteo de Navidad, el 5.490, comprado en la administración de A Fonsagrada.

Este carpintero de profesión, conocido como O Loureiro del lugar de Pape, cuenta que, desde hace aproximadamente un par de meses, estaba convencido de que el Gordo iba a caer en uno de los concellos de la montaña de Lugo.

Siguiendo su corazonada, cada sábado por la mañana se dedicó a recorrer distintos municipios de la provincia comprando lotería, principalmente "números feos, ou moi altos ou moi baixos".

Pasó por Becerreá, Baleira, Pedrafita do Cebreiro, Baralla, Castroverde o Quiroga, sin olvidar otros concellos como Monforte, parando en bares y administraciones de lotería, en un periplo que le llevó también hasta A Fonsagrada, donde sin él saberlo le esperaba la diosa fortuna.

"A vida foi bastante dura comigo nalgúns aspectos e pensaba que algún día ía ter algo de sorte. Este ano arrisquei", afirma Luis Gallego, quien confiesa ser una persona que "unha vez que chego ao medio da ponte, non volvo para atrás".

Según relata, su intuición le decía que el primer premio acabaría en cero, pero compró décimos en distintas terminaciones y al azar, llegando a reunir bastantes, en un número sin precisar.

Casado y con dos hijas, este sarriano de 58 años de edad y devoto de la Virgen de Os Remedios de su parroquia, donde fue miembro de la comisión de fiestas en alguna ocasión, se enteró de que tenía un décimo del Gordo por una de sus hijas, que le llamó por teléfono este jueves por la mañana cuando estaba en su lugar de trabajo, en la empresa Muebles Balboa.

Tal y como indica, recibió la noticia "moi tranquilo", acudió de inmediato junto a unos familiares para compartir con ellos la buena nueva y poco tardó en poner el décimo a buen recaudo en una entidad bancaria.

¿Y que hará ahora con el dinero del premio? "Gardalo", responde entre risas este vecino, que piensa continuar trabajando como carpintero hasta que le llegue la hora de la jubilación.

Mientras, sentencia con humor que "a vida sen un punto de loucura non ten sentido" y no duda en asegurar que, a partir de ahora, la localidad de A Fonsagrada, donde tantas veces disfrutó de su buena gastronomía, será ya para siempre "a miña segunda vila".

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