Más de 200 personas homenajearon al médico Enrique Cajiao en A Pobra

El sanitario, que se jubila tras 34 años en Láncara, se despidió con una comida conmemorativa
El sanitario Enrique Cajiao, al recibir la placa conmemorativa junto al alcalde, Darío Piñeiro. VÁZQUEZ RIVAS
photo_camera El sanitario Enrique Cajiao, al recibir la placa conmemorativa junto al alcalde, Darío Piñeiro. VÁZQUEZ RIVAS

No va a haber otro como él. Esa fue la frase más repetida este domingo en la comida en homenaje a Enrique Cajiao, uno de los tres facultativos del centro de salud de A Pobra de San Xiao, que se jubila después de 34 trabajando en el ambulatorio del municipio. Aunque sus pacientes y vecinos coinciden en que ha dejado una gran huella en la localidad, tanto por su profesionalidad como por su trato con la gente, lo cierto es que el acto celebrado en el campo de la feria de Láncara también sirvió para alzar la voz y pedir que se cubra su plaza "cuanto antes", ya que, explicó el propio médico, "nós cubrimos a 500 persoas cada un, e quedar sen un supón unha carga asistencial moito maior".

Más de 200 personas quisieron mostrar su apoyo al facultativo en este acto, que congregó a vecinos, pacientes, amigos, sanitarios y autoridades locales, quienes le dedicaron unas palabras de agradecimiento. Empezando por el alcalde, Darío Piñeiro, que le entregó una placa conmemorativa como símbolo de su trabajo y dedicación durante más de tres décadas en el municipio. "Isto é un agasallo en nome de todos nós", aseguró el mandatario.

Enrique Cajiao, por su parte, se mostró muy emocionado ante las palabras de sus allegados y compañeros, ya que "sempre me demostrastes o voso cariño dende que cheguei a Láncara", afirmó el médico, natural de A Coruña, que aprovechó su turno de palabra para reclamar que las plazas vacantes en núcleos rurales se ocupen lo antes posible para no desatender a las personas de las áreas con la población más dispersa, como es el caso de Láncara.

El sanitario, que también trabajó en los concellos de Guntín, Portomarín y Trabada, aseguró que estos últimos 34 años "foron os mellores da miña vida, porque grazas a todos vós fun moi feliz aquí, pero agora toca vivir outra etapa". Y es que Cajiao dice adiós con pena, ya que afirma que no es fácil despedirse después de tantos años en el municipio de Láncara, a donde llegó alentado por su mujer en los años 80.

La responsable del área de Cultura del Concello, Alba Sangil, que fue la encargada de presentar el acto, también dedicó unas palabras al coruñés, al que agradeció "enormemente o seu labor durante todos estes anos". "Cando falamos cos veciños para comentar a idea da comida, as palabras máis repetidas foron: "Don Enrique era un profesional, unha boa persoa, moi taraballador e comprometido. Non vai haber outro coma el", afirmó la edila.

Carta a Sanidade

Darío Piñeiro y su corporación de gobierno enviaron el pasado viernes una carta a Julio García Comesaña, el conselleiro de Sanidade, para cubrir la plaza que quedará vacante el día 25 de este mes con la jubilación de Enrique Cajiao a los 70 años.

Tal y como explican en el escrito, el centro de salud del municipio se queda ahora con dos facultativos de 67 y 68 años, que se verán obligados a aumentar su carga asistencial en más del 50%, ya que el médico que se va este mes deja 1.000 cartillas tras de sí. De esta forma, y teniendo en cuenta la gran dispersión geográfica del municipio, el alcalde considera "imprescindible" cubrir la vacante del ambulatorio de A Pobra lo antes posible.

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