Una jubilación muy dulce

Yolanda Vázquez se despide tras más de un cuarto de siglo al frente de la pastelería que lleva su nombre en Sarria, en la que vecinos y peregrinos disfrutaron de su repostería y cafetería
Yolanda Vázquez, de pastelería Yoli, de Sarria, que se jubila tras 26 años. PORTO
photo_camera Yolanda Vázquez, en el establecimiento, que cerró este viernes. PORTO

Hace cerca de 26 años la sarriana Yolanda Vázquez abrió la pastelería Yoli, un negocio que puso el toque dulce a las comidas de muchos vecinos, pero también de peregrinos en su viaje a Compostela. Algunos de ellos se acabaron convirtiendo en clientes fijos y regresando todos los años. Sin embargo, ahora se quedan sin su parada, ya que el establecimiento echó este viernes el cierre ante la jubilación de su propietaria.

Esta decidió abrir la pastelería, que ahora se traspasa, cuando se separó y tenía que "sacar adiante" a sus dos hijos. "Púxena para poder darlles uns estudos e cumpriu a súa función, os dous teñen estudos", dice orgullosa la emprendedora, que se jubiló a los 66 años.

El establecimiento abrió como pastelería, charcutería, cafetería y también ofrecía pan. Se decidió por este tipo de negocio porque hace 26 años "non había nada así en Sarria", afirma Yolanda Vázquez. Ella nunca había trabajado en el sector, por lo que, primero, estuvo en una pastelería. "Para aprender fun uns días a Don León. Antes fora a varias pastelarías que coñecía, só para saber o que precisaba, pero non me quixeron axudar, en Don León si", cuenta.

"Montei o negocio para poder darlles uns estudos os meus fillos e cumpriu a súa función, os dous teñen estudos"

Después la sarriana fue autodidacta y a través de libros de recetas y, más tarde, internet, se adentró en el mundo de la repostería. Los inicios fueron "complicados", pero "tiven moitísima sorte coa xente e axudoume moito".

En el mundo de la pastelería asegura que los gustos en Sarria no cambiaron en estos 26 años en el establecimiento. Según explica, en la época de Carnaval demandan las orejas, en Semana Santa el roscón de Pascua y la leche frita, por el 1 de noviembre los Santitos y en Navidad el roscón. "Sempre buscan estes doces e cada vez máis porque se elaboran menos nas casas. Pensei que despois da pandemia, cando todos estaban facendo pasteis na casa, non se vendería, pero aínda máis", señala.

Peregrinos habituales

En su establecimiento, que abría a las seis de la mañana, pararon muchos peregrinos. Algunos se convirtieron en "clientes fieis". Puso el ejemplo de un holandés que se pasó un año recorriendo el Camino Francés desde Roncesvalles y todos los meses paraba en la pastelería Yoli. "Primeiro non falaba español, pero ao final xa o sabía falar", indica. También recuerda a un matrimonio valenciano, de avanzada edad, que dos veces al año completaba la ruta.

Yolanda Vázquez recuerda con cariño a sus clientes, pero en especial a sus "rapaces da noite": "Son uns cielos, non tiñan problema en axudarme se había moita xente"

Con algunos caminantes vivió anécdotas, como una peregrina que la agasajó con un dibujo. La mujer tenía "moi poucos cartos" y solo le llegaban para un bocadillo, sin bebida, pero Yolanda Vázquez le regaló un agua. "Vía que ela me miraba moito e deume un debuxo meu na pastelaría", cuenta la sarriana, quien ante este obsequio también la invitó a un café.

Por su negocio pasaron algunos famosos, pero muchas veces no se daba cuenta hasta enterarse por las redes sociales que esa persona había recorrido el Camino. El último fue Íñigo Onieva, pareja de Tamara Falcó. "Non o recoñecín. Chamárame a atención que viñera con moi mal tempo e pregunteille, dixo que era para estar máis tranquilo, pero que volvería en primavera. Dixo que pararía de novo, pero xa lle dixen que non estaría aberto", señala.

La sarriana agradece el cariño y la acogida durante estos años de sus clientes, tanto vecinos como peregrinos, pero especialmente de sus "rapaces da noite". Son jóvenes que trabajan en pubs o salen de marcha y aprovechan al cerrar los negocios para desayunar en la pastelería. "Son uns cielos, non tiñan problema en axudarme se había moita xente", dice. La sarriana asegura que echará de menos a todos ellos porque "acaba sendo unha familia".

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