Los jóvenes tiran del colectivo cultural Val de Láncara

Nueve vecinos de la parroquia toman el relevo del veterano colectivo cultural y conforman una nueva directiva que buscará "manter os principios da asociación, pero con novidades"
Grupo de jóvenes que, junto a otros compañeros, acaban de tomar las riendas de la asociación cultural. EP
photo_camera Grupo de jóvenes que, junto a otros compañeros, acaban de tomar las riendas de la asociación cultural. EP

Toda asociación que no tenga continuidad en la juventud está abocada a desaparecer. Eso no pasará con el colectivo cultural Val de Láncara, que cuenta con una nueva directiva compuesta por nueve jóvenes, constituida recientemente. Ilusión y ganas por mantener el legado de sus antecesores son sus máximas.

Oficialmente, son nueve los cargos que componen la directiva (presidenta, vicepresidenta, secretaria, tesorero y cinco vocales), con una mayoría de mujeres. Cuentan también con la ayuda de más jóvenes, conformando un total que supera la veintena, como explica la presidenta, Marta Fernández Horbán, "que traballan ou estudan fóra de Láncara". Todos ellos se sitúan en un rango de edad desde los 17 a los 36 años.

Debido a las circunstancias derivadas de la pandemia sanitaria, las primeras decisiones que tuvieron que tomar fueron cancelaciones, como la de la malla. "Tocounos un tempo complicado, aínda que o estamos a aproveitar para pensar en novas actividades", explica Marta Fernández. Dentro de esos cambios, la presidenta señala que están pensando en "novidades", aunque todavía no puede avanzar ninguna porque "aínda están madurando". Sin embargo, lo que no mudarán son las ya más que consolidadas iniciativas dentro de Láncara, como la entrega del premio Facer País, el magosto o la ya mencionada malla.

En el tiempo que llevan al frente de la directiva ocuparon la mayor "na tramitación do cambio de titularidade", como explica Fernández. También se reunieron para hablar de las funciones que tendrá cada uno en el futuro y para aportar nuevas ideas. "Ao ser doutra xeración imos utilizar as redes sociais para compartir as actividades que fagamos", dice.

La introducción de los jóvenes dentro del colectivo cultural fue progresiva. "Sempre axudabamos e iamos organizando algunhas actividades", apunta la presidenta. A medida que tuvieron mayor peso dentro de la asociación cultural, los antiguos directivos fueron convenciéndoles de que, 28 años después de llevar las riendas de Val de Láncara desde su creación, era la hora de que los jóvenes cogiesen "a testemuña" y continuasen su legado, algo que ninguno de los implicados dudó.

CONSEJOS. Al ser de Láncara, Fernández explica que los jóvenes son "un grupo de amigos" que fueron creciendo a la par que la asociación cultural. Algunos de ellos tienen parentescos con la antigua directiva -como el padre de Marta Fernández, que era uno de los vocales- y les ayudan en forma de consejos. "Unha das cousas que nos remarcan é que intentemos seguir unidos para facer actividades para o pobo", apunta.

Las bases de los antecesores, junto con la motivación que aporta la nueva savia de lancareses, hará que Val de Láncara perdure.

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