La Guardia Civil ha imputado en calidad de investigado a un vecino de Santiago de Compostela como presunto autor de un delito de acoso a través de internet a una sarriana, a la que estos hechos generaron «un fuerte sentimiento de inseguridad».
La persona investigada está acusada de facilitar el número de teléfono de la mujer a diversas empresas con el fin de que estas se pusiesen en contacto con la víctima para ofrecerle múltiples servicios que no había solicitado.
De igual modo, el hombre presuntamente le enviaba desde su telefóno móvil y desde el ordenador del trabajo correos electrónicos en los que no se identificaba, pero daba a entender que conocía aspectos de su vida privada, lo que provocaba en la sarriana temor a que le pudiera ocurrir algo.
El presunto acosador y la víctima se conocían, si bien no ha trascendido ningún otro dato sobre ambos con el fin de preservar la identidad de la mujer.
INNUMERABLES LLAMADAS. Los hechos se desencadenaron ya en octubre del pasado año, cuando la vecina de Sarria comenzó a recibir "innumerables" llamadas de empresas que le ofrecían sus productos o servicios, tales como pólizas de seguros, créditos hipotecarios, aperturas de cuentas bancarias e incluso operaciones de estética o tratamientos psicológicos.
Según pudo determinar la Guardia Civil, era el investigado quien se ponía en contacto telemáticamente con estas empresas, identificándose con el nombre de la víctima y facilitándoles su teléfono. Con estos datos solicitaba una entrevista telefónica, de forma que al poco tiempo la empresa llamaba a la mujer para darle presupuestos de sus servicios.
Coincidiendo con estos hechos, la sarriana empezó también a recibir mensajes de correo electrónico de alguien que no se identificaba, pero que dejaba entrever que conocía aspectos de su vida personal. Esta conducta no solo alteró su vida cotidiana sino que también provocó en ella una gran sensación de inseguridad por "temor a que esta persona estuviera en su entorno cercano y pudiera ocurrirle alguna cosa más grave", informó la Guardia Civil de Lugo.
Según explicó, la investigación permitió seguir el rastro digital del presunto autor y determinar su identidad, dado que para la presunta comisión de los hechos utilizaba su propio móvil y el ordenador de su lugar de trabajo.
