Vecinos del municipio de Samos reclaman el arreglo de un puente ubicado en una vía que une el Camino de Santiago y el albergue de Lusío, por lo que es utilizado por los peregrinos para dirigirse al alojamiento. Aseguran que la pasarela está en "moi mal estado" y los desperfectos se produjeron hace "uns 15 anos" a causa de una riada, sin que nadie la reparara desde entonces.
La infraestructura es de madera con vigas de hierro. Algunas de las tablas del pavimento desaparecieron. La barandilla también está muy dañada y en algunos puntos apenas hay protección. "Os peregrinos teñen medo de pasar pola ponte. Imos tapando os buracos con trozos de madeira, se non nin pasarían por ela. Como ninguén a arranxe acabará caendo", afirma una vecina.
El puente se encuentra en un camino, el cual tiene una longitud de unos "400 metros" y parte de San Cristovo do Real para finalizar en la carretera LU-633, junto al núcleo de Lusío, señalan residentes en la zona. Defienden que el vial es de titularidad pública, pues "toda a vida" fue utilizado por los vecinos. Estos reclaman su arreglo y limpieza.
Samonenses denuncian el abandono del camino y ponen como ejemplo unos árboles que estuvieron sobre la vía "un ano". Los ejemplares, dañados por unos incendios, cayeron en octubre de 2017 y no fueron retirados hasta el sábado, cuando se encargó de ello un particular, explican. A causa de los árboles, aseguran que peregrinos y vecinos sufrieron caídas.
Además de caminantes, la vía es empleada por los residentes en la zona para desplazarse entre San Cristovo do Real y Lusío, ya que también comunica con varias fincas. Hasta hace unos años también se llevaba por allí ganado.
