La granja de pollos de Toirán, en Láncara, a la que se le hundió el techo el pasado sábado, presenta una estructura inestable que impide el acceso al interior hasta que se garantice la seguridad.
La nave estaba llena de animales y se teme que se pierda toda la producción.
El techo se vino abajo en un suceso que podría estar relacionado con el temporal de nieve. La granja está ubicada en un entorno boscoso, que se vio afectado por las consecuencias del temporal. En esa zona en concreto nevó abundantemente y se registraron caídas de árboles en la carretera de acceso, lo que supuso un obstáculo para las personas que acudieron en ayuda tras el suceso y que tuvieron que cortar ramas.
Todo apunta a que el accidente generó cuantiosas pérdidas, dado que a los daños en el techo se unirían los de los animales, que algunos calculan en 30.000.
