Impresión 3D para salvar barreras

Un grupo de alumnos del instituto Xograr Afonso Gómez de Sarria utiliza esta nueva tecnología para fabricar objetos que ayudan en su vida cotidiana a personas dependientes
Tres de los alumnos con objetos creados con la impresora 3D, durante la presentación de 'Polos creativos’. EP
photo_camera Tres de los alumnos con objetos creados con la impresora 3D, durante la presentación de 'Polos creativos’. EP

Las nuevas tecnologías, como la impresión 3D, pueden hacer un poco más fácil la vida de dependientes. Así lo demuestran unos alumnos de primero y segundo de bachillerato del instituto sarriano Xograr Afonso Gómez que durante este curso fabricaron con una impresora 3D diferentes objetos para ayudar en el día a día a personas que presentan dificultades motoras.

La iniciativa surgió entre la asignatura optativa de Diseño e Impresión 3D de primero y segundo de bachillerato y el ciclo medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia. Los elementos los fueron creando según las necesidades que vieron las alumnas del ciclo que realizan prácticas en diferentes centros.

Elaboraron adaptadores de vasos, para abrir botellas de agua, de llaves para sujetar con cuatro dedos u otro para sostener los naipes, dirigido a "gente con problemas de pinza", explica la profesora Sonia Bergantiños. También fabricaron otros dos de escritura para personas "que a lo mejor les falta algún dedo o que tiene problemas para agarrar, es un adaptador circular para darle más superficie de agarre a los bolis, pinceles...", cuenta.

Según señala la docente, en internet "hay una serie de repositorios de este tipo de material, lo editábamos un poco por el tamaño o las características que queríamos, y luego lo imprimimos". Son objetos "muy simples", aunque muy importantes para personas dependientes, a las que ayuda en su vida cotidiana.

El trabajo de los alumnos se completó con la fabricación de un dado y carteles en lenguaje braille. Los indicadores serán instalados en diferentes lugares del centro, como la biblioteca, administración o la cafetería, con el objetivo de "dar visibilidad" a personas invidentes.

MATERIAL USADO. Para crear todos estos objetos con la impresora 3D emplearon "almidón de maíz", un material que cuando se calienta (debe hacerlo a 200 grados centígrados) no emite sustancias nocivas. Además, funde "bastante fácil", pero tiene limitaciones. "A partir de 60 o 70 grados se reblandece un poco y tampoco podemos hacer piezas que vayan al lavavajillas", aclara.

Para imprimir este tipo de elementos no es necesario mucho tiempo, entre tres y cuatro horas, aunque alguno está listo en menos de dos horas, como es el caso del adaptador de llave. Tampoco supone un gran coste. En esta pieza invirtieron "un euro o euro y pico" en material. "Es muy económico y este tipo de objetos, al ser algo tan específico, son muy caros", afirma la profesora.

Los alumnos crearon desde adaptadores de vasos, llaves o bolígrafos hasta piezas para facilitar el agarre de naipes

Los adaptadores podrían fabricarse ajustados a cada usuario con la ayuda de un escáner 3D. Tal y como explica, con él se puede escanear un brazo o un pie y hacerlo perfectamente adaptado a las características de la persona.

Sonia Bergantiños destaca que con la asignatura, de una hora semanal, buscan mostrar a los alumnos que cualquier cosa es susceptible de imprimirse y que lo extrapolen a su vida coditiana.

El IES Xograr Afonso Gómez dio a conocer este proyecto que aúna nuevas tecnologías e inclusión hace unas semanas en Santiago con motivo de la presentación del nuevo programa de innovación ‘Polos creativos’, a la que fue invitado el centro por la Consellería de Cultura, Educación e Universidade, En el acto participaron 13 alumnos de primero de bachillerato del instituto. Los de segundo no pudieron acudir.

El instituto espera poder tomar parte el próximo curso en el proyecto Polos creativos de la Xunta, con el que se impulsarán competencias digitales como la robótica o la inteligencia artificial.

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