La Guardia Civil deja en Láncara el cuartel que ocupó durante un siglo

Ha trasladado su sede a un local cedido por el Ayuntamiento en el Centro Polifuncional de A Pobra de San Xiao
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photo_camera La nueva sede de la Guardia Civil en Láncara. EP

La Guardia Civil ha dejado el inmueble que tuvo alquilado durante más de cien años y ha trasladado su sede en el municipio de Láncara a un local cedido por el Ayuntamiento en el Centro Polifuncional de A Pobra de San Xiao, para garantizar la continuidad del cuartel de la benemérita en el municipio. 

Desde esta semana, los siete guardias civiles del puesto de Láncara trabajarán en un local de 107 metros cuadrados, situado en la planta baja del Centro Polifuncional de A Pobra de San Xiao, en el número 93 de la Rúa Quiroga. 

El pleno del Ayuntamiento de Láncara, según explicó la Subdelegación del Gobierno, aprobó la "cesión en precario del local municipal para garantizar la continuidad de la Guardia Civil en Láncara", porque este cuerpo de seguridad no pudo "renovar el contrato de arrendamiento del inmueble que ocupaba" desde hace más de un siglo y se vio "obligado a desalojarlo". 

"Debido a la premura y ante las dificultades existentes para encontrar un local adecuado a las necesidades de una unidad de la Guardia Civil", la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez, y el coronel jefe de la Comandancia de Lugo, Miguel Ángel González Arias, que este martes visitaron las nuevas instalaciones, hicieron gestiones con el alcalde, Darío Piñeiro, que fructificaron "en el traslado del acuartelamiento a las nuevas instalaciones". 

No obstante, la Guardia Civil "continúa buscando una ubicación propia que sea adecuada para sus necesidades", aclara la Subdelegación del Gobierno en un comunicado. 

La Guardia Civil ocupaba el anterior inmueble desde el 15 de febrero de 1920, por lo que quiso agradecer expresamente a "los propietarios la colaboración y todas las facilidades dadas durante estos más de cien años desde que se firmó el primer contrato de alquiler". 

Durante la visita, la subdelegada afirmó que el apoyo del alcalde para encontrar esta nueva ubicación "fue total y absoluto desde que le pedimos colaboración, al verse forzada la Guardia Civil a abandonar las instalaciones que ocupó durante el último siglo". 

En Láncara seguirán prestando servicio un sargento, un cabo y cinco guardias. 

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