La fotógrafa sarriana Reyes Fernández Guizán acaba de ser reconocida con una mención de honor en el prestigioso concurso internacional B&W Child Photo, el cual premia las mejores imágenes infantiles en blanco y negro tomadas en todo el mundo. El galardón a esta joven profesional, de Júpiter Fotografía, le fue concedido en la categoría de "Retratos" de la última edición del certamen, correspondiente a 2018, por la expresiva imagen de una niña, captada por su objetivo el pasado septiembre durante unas vacaciones en Marruecos.
Miles de fotografías de múltiples países participan en este certamen internacional, que concede premios en metálico a los tres primeros clasificados (en esta categoría correspondieron a profesionales del Reino Unido, Estados Unidos y Brasil).
Las menciones de honor (cerca de 40 en este caso) no tienen dotación económica, pero se compensa con el prestigio y la amplia difusión que alcanza el certamen en múltiples foros, comenta la sarriana, a quien felicitó la organización por un "muy buen trabajo, que podría estar fácilmente en el top 3 de su categoría", de la que solo la separó la falta de unanimidad que se precisa en el jurado.
Para Reyes Fernández este reconocimiento es un sueño cumplido. Según explica, "yo era muy fan del concurso, que seguía por la alta calidad de las fotos y en el que participan profesionales con renombre". Era "un reto personal" que decidió afrontar con una imagen tomada en Marruecos, una de esas instantáneas que "cuando la haces ya te das cuenta" de que estás ante una foto única.
"Me inscribí en el concurso. Lo veía inalcanzable, pero el reto personal salió bien y estoy muy contenta", asegura la joven, que se sitúa entre el reducido número de españoles premiados en su categoría, en la cual el jurado valora aspectos como la composición, el tratamiento de la luz, la técnica o la impresión general.
OTROS PREMIOS. Reyes Fernández, quien se dedica a la fotografía desde hace aproximadamente un lustro, es la tercera generación de Júpiter, negocio sarriano que fundó su abuelo, Alfredo Fernández, y al que dio continuidad su padre, Manuel Fernández.
A sus 31 años, son ya varios los premios que ha cosechado esta profesional apasionada de los viajes. Así, en 2017 ya se hizo acreedora de otros dos reconocimientos, en aquel caso por imágenes de boda. Dos de sus fotos, realizadas ambas en ceremonias nupciales celebradas en Sarria durante aquel verano, fueron seleccionadas entre las mejores del año por la Unión de Fotógrafos y Videógrafos de Bodas de España dentro de sus premios Uniowep en las categorías de preparativos de boda y detalles. Aquella distinción sirvió para abrirle nuevas puertas, que podrían verse ahora agrandadas con esta mención de honor internacional.
