El final de las excavaciones en Cova Eirós trae "avances importantes" sobre la vida de los neandertales

Sala interior de Cova Eirós, durante los trabajos. EP

El codirector de los trabajos se muestra satisfecho por la campaña de este verano

El arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de la excavaciones en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós (Triacastela), ha avanzado que durante la campaña arqueológica de este verano, finalizada el miércoles, se han registrado "avances importantes" para conocer mejor la vida de los neandertales del noroeste peninsular.

Según ha precisado De Lombera "esta campaña fue muy satisfactoria, dado que recuperamos una gran cantidad de materiales, cercana a los 2.000 registros".

HALLAZGOS. En concreto, se trata de "materiales relacionados con ocupaciones de escasa entidad y poco impacto", que reflejarían "estadías cortas de un grupo de neandertales en la cavidad".

La mayoría de estos hallazgos se corresponderían con fauna cazada por los ocupantes de la cueva: "vértebras, mandíbulas y dientes de un gran herbívoro, en concreto un cérvido; también de un gran bóvido que cazaron y consumieron allí, así como astas, dientes y huesos de rebecos y otros animales del entorno", indicó De Lombera.

"Conservan las marcas de corte y machacado para acceder al tuétano", señaló.

CAMPAÑA. En lo relativo a los objetivos de la investigación, De Lombera indicó que "lo principal es comprender cómo vivían los neandertales de la época: sus estrategias de caza, sus modos de vida, sus tecnologías; en definitiva, cómo se movían en el territorio".

Uno de los puntos fundamentales en los que ha incidido la campaña de este año es poder conocer si en estos asentamientos de Cova Eirós se desarrollaba una caza "especializada, basada en un sólo tipo de herbívoro", o "oportunista, cazando cualquier animal que habitase en la zona".

De Lombera indicó que los hallazgos de los últimos meses parecen apuntar a la segunda teoría, y que, de hecho, hay una tesis "en marcha" elaborada por la investigadora Irene Valverde de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en la que se sostiene también esta premisa.

"En otros lugares del Cantábrico sólo cazan ciervo, por ejemplo; aquí hay mucho ciervo pero no de un modo exclusivo: hay también caballos, rebecos o corzos; en definitiva, animales que están en el entorno de la cueva", apuntó De Lombera.

CONTINUIDAD DE LOS TRABAJOS. Las investigaciones en Cova Eirós son fruto de un convenio entre la Universidad de Santiago de Compostela y la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia que se renueva año a año desde 2009.

"Esperamos que se renueve otra vez el año que viene, por que nos esperan más novedades a medio plazo que nos permitirán comparar mejor los modos de vida del neandertal con los modos de vida del sapiens", avanzó De Lombera.

"Hemos terminado la excavación del nivel 3, que se corresponde con los últimos asentamientos de neandertales en Cova Eirós, y ahora queda por explorar el nivel 4", añadió.

Con respecto a este nivel 4, el arqueólogo precisó que "es muy, muy rico en materiales, de hecho es el que mayor densidad de materiales por metro cuadrado tiene de todos los niveles excavados en Cova Eirós, por lo que aportará mucha información y quedarán aún muchos años por trabajar".

De Lombera también indicó que "se intentará iniciar investigaciones en otras cavidades similares de la zona" –Os Ancares y O Courel–, que "podrían reunir condiciones de habitabilidad óptimas para ocupaciones más intensas", "tipo campamento" en su interior.

Estas pesquisas, según señaló el codirector de las excavaciones, "ayudarían a comprender la prehistoria más antigua de Galicia, que tiene aún muchos vacíos por llenar".

ATAQUES AL PATRIMONIO. Asimismo, De Lombera aprovechó para denunciar los numerosos atentados contra el patrimonio que se han dado últimamente en diferentes monumentos prehistóricos de la provincia de Lugo, muchos de ellos catalogados por la Xunta de Galicia.

"Tenemos que conservar los yacimientos tal y como están para nuestros descendientes; es un bien de todos que debemos conservar y respetar", indicó el arqueólogo.

"La intervención humana puede alterar los perfiles y causar la pérdida de mucha información, que es la que nos ayuda a comprender el modo de vida de nuestros antepasados", precisó.