Sor Benedicta era natural de la localidad leonesa de Sardonedo y llegó a Samos en el año 1963, procedente de las benedictinas de Santa María de Carbajal, en León.
Bajo el mandato del abad Mauro, tuvo el encargo junto a otras religiosas de fundar en aquel mismo año la comunidad de monjas benedictinas de Samos, donde ejercería durante décadas como cocinera del monasterio.
Aficionada a las labores, sor Benedicta se mantuvo siempre activa hasta que los achaques propios de la edad acabaron por hacer mella en su salud.
Los actos de funeral y entierro se celebraron el lunes en la iglesia de la abadía samonense, con la participación de vecinos del municipio que quisieron darle el último adiós, sacerdotes y compañeras.
Sus restos reposan ya en la cripta del monasterio. La comunidad de monjas queda formada ahora por sor Paquita y otra de las fundadoras.