Los 'esmorgueiros' y ‘esmorgueiras’ no pierden el ritmo y regresaron a Sarria, tras un año de parón de su festival, para disfrutar de la música ‘underground’, aunque, eso sí, desde la silla y con mascarilla.
El Esmorga Fest congregó a cientos de personas de Galicia y de otros puntos de España, como Madrid o Salamanca, que dejaron claro que quieren que el espectáculo continúe a pesar del covid-19. La cita tuvo lugar en el antiguo campo de rugby y estaban disponibles 600 plazas, aunque no se llegaron a completar.
Los asistentes debieron cumplir con todas las medidas sanitarias: grupos de máximo seis personas, prohibido fumar en todo el recinto, solo consumir las bebidas en sus sillas o el uso del gel hidroalcohólico, que estaba disponible en numerosos puntos. En el campo, además, estaban marcados los recorridos para mantener la distancia de seguridad.
Los festivaleros tuvieron que estar sentados en todo momento, lo que no impidió que ‘bailaran’ al ritmo de los cuatro grupos que animaron la sexta edición del Esmorga Fest.
Monteperdido de Madrid abrió la jornada, seguido de otra formación de la capital de España, Depresión Sonora. Los lucenses Holywater pusieron también el ritmo a esta cita que cerró Niña Coyote eta Chico Tornado. Este grupo del País Vasco estaba previsto que actuara en el Esmorga Fest del pasado año, el cual tuvo que ser cancelado por la pandemia pocas horas antes de que empezara al declararse el estado de alarma. Después se fijó su celebración para el mes de noviembre, pero también debió ser suspendido por la situación sanitaria.
A pesar de la pandemia los organizadores lo recuperaron este año, aunque de menor formato y gratuito. De esta forma quisieron darle "continuidade", pues "se desaparece dous anos é perder a marca". Con el Esmorga buscaron "levantar a vida" en la villa después de este más de un año de pandemia, con confinamientos y cierres perimetrales, y volver "pouco a pouco" con la música y los festivales. Esperan el próximo año, si la situación sanitaria lo permite, recuperar el Esmorga tal como era antes del covid para que la música ‘indie’ siga vibrando.
