La Cova das Cabras fue escenario de un hallazgo de más de 50 monedas romanas. El descubrimiento se realizó dentro de la campaña de excavaciones de Eirós, que el pasado verano se extendió a esta gruta situada a unos 20 metros de la conocida cueva del concello de Triacastela.
Los trabajos fueron llevados a cabo por miembros del Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste, Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social de Tarragona y de la Universitat Rovira i Virgili, a través de un convenio con la Consellería de Cultura, Educación e Universidade.
El hallazgo de las monedas fue realizado en el fondo de la Cova das Cabras, donde los investigadores hicieron una cata de un metro cuadrado. Fueron encontradas en la superficie, tapadas por tierra que podría ser de una madriguera, señala el codirector de las excavaciones, Arturo de Lombera.
Según cuenta, la importancia del descubrimiento radica en que permite documentar un nivel de ocupación, de la segunda mitad del siglo IV, que hasta ahora no estaba registrado ni en Cova Eirós ni en otros yacimientos de la zona. Además, añade, en la comunidad gallega no hay constancia del hallazgo de monedas en cuevas, sí en castros o villas romanas o en grutas del cantábrico.
Algunas de las piezas ya fueron restauradas por la Escola Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia, donde continúan ahora actuando en el resto para completar así la investigación. Tras los trabajos se pudo llevar a cabo un primer estudio numismático, elaborado por Santiago Ferrer Sierra, que permitió identificar varias de las piezas como follis de bronce pertenecientes a Constancio II (341-346 después de Cristo) y a Valentiniano o Valente (367-375), informa la Universidade de Santiago.
El hallazgo de las monedas en el fondo de la cueva, un lugar de difícil acceso, indica la intencionalidad de esconderlas, afirma De Lombera. El siglo IV fue un período de "inestabilidade" política en el imperio romano y no son raros este tipo de escondrijos en villas romanas o castros de Gallaecia.
No fueron descubiertas en cerámicas o ánforas, sino concentradas en un lugar, "unha sobre outra e agrupadas", explica. Ello apunta a que muy probablemente estaban guardadas en una bolsa atada, de tela o cuero, ya que por ahora no fueron encontradas fíbulas para su cierre.
Los investigadores también excavaron una superficie de dos metros cuadrados en la entrada de esta gruta, donde encontraron restos de ovicápridos y fragmentos cerámicos. Estos evidencian la existencia de ocupaciones en la época medieval (siglos XII y XIII), como ya tienen constatado en Eirós. La Cova das Cabras, como su nombre indica, fue usada como lugar de resguardo de estos animales desde ese período hasta hace unos 40 años.
En la pasada campaña los arqueólogos continuaron en Eirós con la excavación del nivel del Paleolítico medio, permitiendo conocer más sobre los neandertales que habitaron la zona hace más de 45.000 años. Estos grupos utilizaron la gruta "como campamento durante tempadas relativamente longas", por lo que es el nivel en el que hallan una mayor cantidad de restos. Entre ellos figuran lascas, raspaderas y los restos de su manufactura, en cuarzo y cuarcita, señala la USC. También se encontraron restos óseos.
Además, realizaron trabajos de fotogrametría para hacer levantamientos en 3D de los paneles que contienen arte rupestre en el interior de Cova Eirós y un estudio etnológico de los grafitis.
La Xunta incoa expediente BIC para un sestercio de Augusto excepcional
La Xunta de Galicia inició los trámites para declarar como Ben de Interese Cultural (BIC) un sestercio de Augusto, una moneda romana del siglo I antes de Cristo casi única, pues solo se conocen otros dos ejemplares en el mundo. Además, puede estar ligada a Lugo, ya que es posible que se acuñara en Lucus Augusti. La pieza está en una colección particular en la comunidad.
La moneda, de la que solo se conocen otros dos ejemplares, puede tener su origen en Lucus Augusti
La administración incoó el expediente a petición de la Dirección General de Bellas Artes "polo seu especial interese para o patrimonio histórico español". Además, dicha solicitud contiene un informe técnico que justifica el carácter "excepcional" de la moneda, "única en España". El Diario Oficial de Galicia publicó este jueves el inicio de los trámites de BIC, por lo que la pieza ya cuenta con protección.
El sestercio de Augusto, de bronce, no presenta marcas de ceca ni de datación, por lo que la fecha de emisión y lugar de producción no están definidos. Se atribuye a Lugo, Mérida o Córdoba y a talleres móviles que acompañaban al ejército, explica la Xunta.
UNA PUJA EN NUEVA YORK. El ejemplar para el que abrió expediente BIC fue adquirido en una puja en Nueva York en 1999 y publicado en monografías científicas de referencia.
Del Sestercio de Augusto solo se conoce la existencia de otras dos piezas. Una se halló en el año 2005 en unas excavaciones en Braga (Portugal) y se conserva en el Museo de Arqueoloxía don Diego de Sousa. De la segunda, que se vendió en pujas en 1968 y 1979, se desconoce su paradero actual.
Tras las últimas excavaciones impulsadas por la Xunta, en colaboración con la USC, la Cová Eirós y Cova das Cabras, que han permitido constatar nuevos periodos de ocupación humana de estas cavidades nunca antes registradas.
Estos hallazgos llevan a Olga Iglesias a recordar "la típica leyenda, en muchas aldeas gallegas entre ellas Triacastela y Cancelo, de los tesoros que había en las cuevas de mouras.
"Me siento muy satisfecha porque en cada excavación se encuentran cosas muy interesantes para el municipio y que hacen del Ayuntamiento de Triacastela que sea muy importante para la historia de Galicia, ya desde el neolítico teníamos ocupaciones. Triacastela es importante en la historia del noroeste peninsular y de Galicia", valora.
