El dueño de una nave de Sarria reclama otros cinco meses de alquiler al Concello

 El propietario de las instalaciones de la Rúa Formigueiros estudia nuevas acciones judiciales
 

Nave de la Rúa Formigueiros que fue alquilada, por el Concello. AEP
photo_camera Nave de la Rúa Formigueiros que fue alquilada, por el Concello. AEP

 El dueño de la nave de la Rúa Formigueiros de Sarria, que fue alquilada por el Concello en 2014, demanda al Ayuntamiento el pago de otros cinco meses de arrendamiento, cantidad que vendría a sumarse a los 38.140 euros que ya le reclamó en el juzgado en ejecución de una sentencia.

El propietario de las instalaciones sostiene que el contrato de alquiler "se ha prorrogado por cuarta vez de forma automática al no haberse entregado la nave por parte del Concello de Sarria y seguir disfrutando de la misma, siendo su nueva finalización en fecha 20 de noviembre de 2019".

En consecuencia, reclama de la administración municipal el abono de las últimas cinco mensualidades (desde agosto hasta diciembre de 2018), a razón de 1.379 euros cada mes.

La solicitud fue cursada a través de un escrito registrado esta misma semana en el Ayuntamiento, en el cual justifica su presentación "a fin de evitar los correspondientes gastos y litigios" así como "nuevos perjuicios a los contribuyentes", pero en el que también advierte de que, "en el caso de no recibir contestación alguna al respecto en el plazo de 30 días, se procederán a entablar nuevas acciones judiciales".

Según argumenta en su escrito, "el Concello sigue disfrutando de la nave y no ha procedido a la devolución de la misma"

 La historia de esta nave se remonta al 9 de julio de 2014, fecha en la cual la entidad mercantil propietaria y el Concello firmaron un contrato por el cual se alquilaba para destinarla a almacén de materiales, vehículos y maquinaria del parque móvil municipal.

El contrato tenía una duración inicial de cuatro años, pudiendo desistir las partes en las condiciones previstas en las cláusulas. Así, el 13 de agosto de 2015 el Concello decidió rescindir el acuerdo, dando por finalizada la relación contractual. El problema vino porque, según el propietario, el Ayuntamiento siguió ocupando las instalaciones con unas rampas de madera y un coche, "pero se negó a abonar una serie de facturas, así como a reconocer la prórroga tácita del contrato".

El asunto acabó en los tribunales, que declaró prorrogado el contrato hasta noviembre de 2018 y condenó al Concello a pagar las mensualidades desde agosto de 2016 a julio del pasado año.

La sentencia todavía no es firme dado que está recurrida por el Ayuntamiento, pero el empresario ya solicitó hace semanas su ejecución, cifrando la cuantía adeudada en 38.140 euros, que por el momento no fue abonada.

Ahora se añade un nuevo capítulo porque, según argumenta en su escrito, "el Concello sigue disfrutando de la nave y no ha procedido a la devolución de la misma ni a la entrega de las llaves en fecha 20 de noviembre de 2018 ni antes del 5 de diciembre", hecho que, su modo de ver, daría lugar a otra prórroga por el plazo de un año y a la reclamación de cinco mensualidades más.

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