Diseño con sello sarriano en Ferrol

La arquitectura de Ferrol tiene sello sarriano. Muchos de sus edificios y espacios, tanto públicos como privados, salieron de la mano de Nemesio López Rodríguez, natural de Santa María de Ortoá, quien fue arquitecto municipal de la ciudad coruñesa durante cuatro décadas.

López nació en 1907 en la Casa das Nogueiras. En Sarria y Lugo cursó sus primeros estudios, tras lo que acudió a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, obteniendo el título en 1934. El joven regresó a Lugo, pero poco después, en 1936, se mudó a Ferrol, haciéndose con la plaza de arquitecto municipal, cargo que desempeñó hasta los 70 años.

Entonces también abrió su propio estudio, en el que continuaron dos de los siete hijos que tuvo con María del Carmen Alvargonzález. Se trata del arquitecto Nemesio López (ya fallecido) y la aparejadora María del Carmen López. A día de hoy la saga sigue con la hija del primero, Magdalena López.

A lo largo de su carrera realizó "más de 4.500" proyectos de todo tipo, desde un velódromo hasta cinematógrafos, salas de fiesta, pabellones industriales, urbanizaciones, establos y cementerios, recuerda su familia. Sin embargo, la mayoría de sus trabajos fueron viviendas. El sarriano comenzó con un estilo "más modernista" (balcones de hormigón, líneas puras...), mientras que más tarde se decantó más por el "racionalismo", explica su nieta.

Como arquitecto municipal creó varios edificios públicos y planificó el urbanismo de Ferrol. Entre sus obras más significativas se encuentra el consistorio, que data de 1953, y para él fue una "barbaridad" levantarlo en la Plaza de Armas. De sus manos también salieron el cementerio municipal de Catabois (elaborado conjuntamente con Rafael Fernández Huidrobo). La necrópolis, de 1939, fue "muy criticada" entonces al considerarse que su tamaño era excesivo, pero "gracias a sus previsiones no fue necesario ampliarla en muchos años".

También es el artífice del parque Reina Sofía, en colaboración con el paisajista Luciano Turc. Esta obra es de los 40, al igual que el Plan Urbanístico del Ensanche. En este caso, recuerda su familia, el trazado tenía que ceñirse a los caminos existentes y no había fondos para expropiaciones. El sarriano llegó a acuerdos con cada uno de los vecinos para que hicieran cesiones gratuitas. "Era un urbanismo sin coste", afirma.

En la década de los 40 redactó el proyecto de ordenación y urbanización de la ciudad, que "ha servido, a lo largo del tiempo, como base del crecimiento de la ciudad", señala su familia. En el documento se preveía el diseño de la Plaza de España, el estadio municipal Manuel Rivera, el edificio del Gobierno Militar, una base para hidroplanos y el trazado de los astilleros. Esto último se consideraba "secreto militar", por lo que incluso se "incautaron las planchas y ejemplares del plano en la imprenta", rememora.

No solo trabajó en Ferrol, también en otras zonas, como Ortigueira o Sada, creando salas de baile y después cinematógrafos.

Una docena de proyectos en los años 40 y 50