Laika, una perra de una familia de San Martiño de Toirán (Láncara), ya se encuentra tranquila en su hogar después de caer en una antigua mina, a unos diez metros de profundidad, y ser rescatada este jueves por la Guardia Civil, con la colaboración de un operario del Ayuntamiento.
El animal había desaparecido tres días antes, en los que estuvieron buscándola sin éxito, cuenta Mónica Farelo. En la noche del miércoles oyeron "un laio" en una mina abandonada desde hace años. Al llegar ya vieron que se trataba de Laika e intentaron sin éxito rescatarla hasta que la oscuridad hizo imposible continuar con las labores, por lo que en la mañana del jueves dieron aviso al cuartel de la Guardia Civil de A Pobra de San Xiao.
Dos componentes de la Benemérita se ocuparon del complicado rescate con la ayuda del encargado de aguas del Concello. Se encontraron con que el animal, de tamaño medio-grande, estaba en un precipicio, a unos diez metros de profundidad de los cincuenta que tiene la mina. Los agentes abrieron un camino y uno de ellos, con una cuerda de escalada, logró llegar cerca de Laika, aunque esta no podía subir. Por ello, el efectivo bajó más, con dificultades, hasta donde estaba la perra. Tras atarla con una cuerda, el resto logró subirla y ponerla a salvo para felicidad de la familia.
El animal, de cuatro años, no se encontraba herido, explica una de sus propietarias, que se mostró "moi agradecida e contentísima" por la labor de la Guardia Civil. Ya pensaban que no lograrían hallar a la perra, que es "moi boa e cariñosa". A pesar del susto Laika está bien y este mismo jueves "foi polas vacas, gústalle moito ir por elas", apunta Mónica Farelo.
Esta se queja que la antigua mina está sin cerrar, lo que supone un "risco" tanto para los animales como para las personas.
