El día que Bellucci tomó queimada

Veinticinco años se cumplen del rodaje en la comarca del filme A los que aman de Isabel Coixet
Generated by  IJG JPEG Library
photo_camera Monica Bellucci, en una secuencia rodada en O Incio. EP

En septiembre del año 1997, la sarriana Carme García Conde, que ya había trabajado como profesora sustituta, esperaba a ser llamada de nuevo para la actividad docente. Poco se podía imaginar en aquel momento que su próxima experiencia laboral iba a ser muy distinta, ejercer como ayudante de producción en la nueva película de la directora Isabel Coixet, que había cosechado un notable éxito con el filme Cosas que nunca te dije y que se disponía a grabar en la comarca sarriana su siguiente proyecto, un relato de amor y desamor titulado A los que aman y con un presupuesto de 230 millones de pesetas.

Días antes del inicio del rodaje, la productora, del fonsagradino Julio Fernández, ya se había puesto en contacto con la asociación cultural Monte Oribio de Sarria, que por aquel entonces tenía un grupo de teatro infantil. A través de este colectivo seleccionó a varios niños y niñas para la figuración de la nueva película. Al mismo tiempo, sondeó a los miembros de Monte Oribio en busca de una persona de confianza, conocedora de la zona, con carné de conducir y, a ser posible, disponibilidad de vehículo propio para ayudar en la producción.

Fue así como Carme se sumó al equipo de A los que aman al volante de su primer coche, un Fiat Punto, en el que trasladó a afamados actores del momento. "Apetecíame e non me arrepentín. De feito, aquela experiencia levoume despois a traballar en Romasanta e tamén me chamaron para algunha película máis, pero dixen que non porque xa estaba exercendo do meu", explica esta profesora, quien no solo guarda muchos recuerdos, sino también un amplio dosier con documentación, fotografías e incluso las escaletas del rodaje.

En esta cinta, ambientada en el siglo XVIII, un hombre mayor (Julio Núñez) narra la historia del gran amor de su vida a un joven que le recuerda a sí mismo. Con guión de la propia Isabel Coixet basado en una idea de su amigo Joan Potau, la grabación de la película se prolongó durante casi seis semanas, con fecha de inicio el 22 de septiembre y finalización el 30 de octubre.

Generated by  IJG JPEG Library
AppleMark
Adultos que participaron como extras. ARCHIVO JULIO PÁRAMO

La oficina de producción se instaló en la Casa del Marqués, en la Praza da Vila, y el equipo desplazado hasta Sarria, formado por un centenar de personas, llenó el hotel Alfonso IX, además de alojarse en otras localidades como Bóveda. Entre los que se hospedaron en el hotel sarriano, en funcionamiento desde hacía cinco años, se cuenta la directora y el elenco, del que formaban parte una Monica Bellucci que ya era conocida por haber participado en una decena de películas anteriormente, Patxi Freytez (que debutaba en un papel protagonista y que años después alcanzaría popularidad con la serie El Comisario), Olalla Moreno, Christopher Thompson, Julio Núñez, Gary Piquer, Amanda Cascajosa, Juan Manuel Chapella o el músico Albert Pla.

Precisamente de este último atesora un recuerdo Carme García Conde: "Un día que o levaba no coche pediume se podía poñer unha cinta súa e despois díxome que quedara con ela. Anos máis tarde actuou en Lugo, fun velo e estivemos falamos. Aínda se lembraba daquilo", cuenta.

No fue la única anécdota de un rodaje que dio para mucho. "Un actor infantil quería Aquarius de laranxa e daquela en Sarria non había en ningún sitio. En dirección dixéronnos que tiñamos que conseguilo como fóra porque do contrario non actuaba. Tiven que ir buscalo á Coruña porque non había nin en Lugo e trouxen un cargamento. Era peor a nai que o neno», rememora esta vecina.

Durante aquellas intensas semanas, la sarriana no paró un momento e hizo multitud de viajes en su coche al aeropuerto de Santiago para traer y llevar actores, lo que le dio la oportunidad de tratar de cerca con ellos. Con algunos conversó más porque se prestaban a la charla mientras que otros preferían ponerse los auriculares y eludir la conversación, pero en general la impresión que le dejaron es positiva.

Generated by  IJG JPEG Library
AppleMark
Figuración infantil de la película. ARCHIVO CARME G. CONDE

LOCALIZACIONES. También se ocupaba de transportarlos desde el hotel hasta las distintas localizaciones y viceversa. "Os exteriores da película rodáronse case todos na comarca de Sarria. Moitos dos interiores foron en Barcelona, pero no balneario do Incio si se rodou no interior", señala.

Fue una de las últimas secuencias que se grabó y de las más singulares de la película, consistentes en un combate de esgrima entre Valeria (Monica Bellucci) y León (Christopher Thompson).

Allí también debutó, con solo 5 años, el sarriano Ramón Escontrela Beltrán, posiblemente el más joven de todo el equipo, quien incluso recibió unas nociones de esgrima para interpretar su papel.

Generated by  IJG JPEG Library
AppleMark
Isabel Coixet durante un momento de la grabación. ARCHIVO CARME G. CONDE

El rodaje de A los que aman comezó en el núcleo de Laxes, perteneciente al concello de O Corgo, donde participaron los figurantes adultos, casi todos de Sarria. Entre ellos se encontraba Julio Páramo, que presidía el cineclub de la sociedad La Unión, creado apenas un año antes.

Según indica, su misión consistió en encabezar una comitiva fúnebre portando un farolillo en un momento en el cual "amencía nun prado con néboa". "Era unha escena moi romántica, no sentido literario do término", apunta este vecino, a quien impactó la voz profunda de Julio Núñez.

La película, cuya grabación coincidió con unos días de calor inusual para la época —incluso hubo que recurrir a artificios para simular que llovía—, tuvo otras localizaciones en la parroquia sarriana de Barbadelo (en una colina con un solo árbol), el Pazo de Láncara, una vivienda en Óutara (A Pobra do Brollón) o el cementerio de Trascastro (O Incio).

En cada una de las jornadas les acompañaba un camión que ofrecía servicio de cátering continuo, del que también podían disponer los figurantes que, además de la experiencia, tuvieron remuneración económica. "Eu teño cotizado ese día", constata Julio Páramo. "O traballo estaba ben pagado", confirma Carme García Conde, quien también hizo de extra enfundada en un hábito de monja.

Entre los que vivieron intensamente todo el proceso de creación de la película se cuentan los miembros del cineclub de La Unión, para quienes fue la oportunidad perfecta para conocer los entresijos y poder interactuar con los actores. Por ello, no desaprovecharon la ocasión de tener cerca a Isabel Coixet, a quien invitaron a participar en una charla en esta histórica sociedad sarriana.

Generated by  IJG JPEG Library
AppleMark
Fiesta de fin de rodaje en la sociedad La Unión. ARCHIVO CARME G. CONDE

COLOQUIO Y FIESTA. Según narra Julio Páramo, el cineclub programó un pase de su anterior película, Cosas que nunca te dije, seguido de un coloquio con los asistentes en el cual la directora catalana, que prefirió sentarse junto al público y no en una mesa, desgranó algunas de las claves de su trabajo, definió su cine como "sencillo" y "sin falsedades", confesó que "por nada del mundo sería actriz" y citó entre sus cintas favoritas La noche del cazador, de Charles Laughton.

Pero aquel no fue el único evento celebrado en La Unión, que también acogería la fiesta de fin de rodaje, un día que quedó en el recuerdo por la preparación de una queimada y la presencia de una Monica Bellucci que tenía "obnubilados a todos", comenta Páramo. Según dice, la actriz siguió con atención la elaboración de la típica bebida y la anécdota la protagonizó el desaparecido artista Matías Moreno, que fue el encargado de servirle la queimada a la conocida intérprete.

Finalizada la grabación de A los que aman, Carme García Conde se ocupó de cerrar trámites que quedaban pendientes, recoger estancias o distribuir los decorados utilizados en la película, que fueron aprovechados para obras de teatro en Sarria. Al año siguiente, acudió invitada al preestreno de la cinta en Madrid y confiesa que, desde entonces, no perdió de vista la filmografía de su directora.

Aunque más tarde se rodaron en esta zona otras películas como Al final del Camino, la cinta de Isabel Coixet dejó un poso especial en el cineclub, cuya directiva se propone ahora contactar con ella para plantearle organizar algún acto en memoria de aquellas semanas, hace 25 años, en las que Sarria fue un gran plató de cine.

Comentarios