Contratada una empresa coruñesa para recoger los perros en Sarria

El Ayuntamiento eligió esta firma por ser la "única" con plazas libres y ofrecer el servicio de lacería y atención a animales abandonados

Instalaciones de la desalojada perrera de la Rúo do Porvir, en Sarria. VILA
photo_camera Instalaciones de la desalojada perrera de la Rúo do Porvir, en Sarria. VILA

El Ayuntamiento de Sarria ha contratado a una empresa de A Coruña para encargarse de la recogida de los perros abandonados en el municipio.

La firma elegida es Servigal, ubicada en Bergondo, y ofrece el servicio de lacería y atención de los animales. Según señaló la alcaldesa, Pilar López, contrataron a esta empresa porque es la «única» que cuenta en la actualidad con plazas disponibles. Comenzará a ocuparse de los perros «o antes posible», una vez se termine de elaborar el contrato, indicó.

La regidora no quiso aclarar el coste que tendrá para el Ayuntamiento la contratación de esta empresa. No obstante, en la página web de la firma figuran unas tarifas, en las que se establece que el precio de la recogida de un animal abandonado en la vía pública es de 44,25 euros. Por su parte, el coste de la estancia, manutención y custodia del ejemplar es de 4,12 euros por día.

La empresa contratada por el Concello se encarga desde hace más de dos décadas de la recogida de perros y gatos perdidos en la vía pública y de la gestión de animales abandonados o entregados por sus propietarios para su adopción, según la página web de la firma, la cual realiza esta labor en varios ayuntamientos.

La administración local encarga este servicio a Servigal mientras no se construya el refugio que prevé poner en marcha la asociación Huellas de Sarria o bien el proyectado en Monforte de la Diputación Provincial de Lugo.

La contratación se lleva a cabo después de que el Ayuntamiento desalojara hace cerca de un mes la perrera provisional que fue instalada en el taller de empleo, en el barrio de San Lázaro. De este espacio se ocupaba Huellas de Sarria y, tras su desalojo, los nueve perros que todavía estaban en las mismas fueron trasladados a una residencia de Santiago, que costea el Concello.

El refugio provisional se ubicaba en la Rúa do Porvir desde hace cerca de tres años y había generado numerosas quejas de los vecinos, quienes también presentaron denuncias ante diferentes organismos públicos. La polémica por la perrera comenzó después de que el Ayuntamiento descartara renovar el convenio con la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Lugo por incrementarse el coste del mismo.

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