La conflictividad en la zona de vinos de Sarria mantiene a los residentes "hastiados"

Una pelea multitudinaria en Diego Pazos es el último episodio de una situación "enquistada". Vecinos del barrio citan problemas como "trapicheo" o incumplimiento de horarios de locales

Tramo de Diego Pazos en el que se produjo el último de los incidentes. AEP
photo_camera Tramo de Diego Pazos en el que se produjo el último de los incidentes. AEP

Los vecinos de la zona de vinos de Sarria llevan meses conviviendo con una situación de conflicto que les tiene "hastiados" y ante la cual solicitan de nuevo que se tomen medidas. Una pelea multitudinaria ocurrida el martes en la calle Diego Pazos fue el último episodio de una problemática que, según los residentes, se está "enraizando y enquistando".

Hace ya cerca de dos años que crearon la asociación As Casetas, a través de la cual denunciaron en múltiples ocasiones problemas de ruidos o incumplimiento de horario de locales de ocio nocturno, además de actos de vandalismo contra el mobiliario urbano o las propiedades particulares, así como prostitución o trapicheo.

"Moita xente está pensando en marchar do barrio, co cal ao final se fará un gueto", comenta un vecino, quien afirma que se trata de una especie de "'bullyng' inmobiliario" y que son muchos los que se sienten "desamparados".

Dos pubs de la zona tienen abiertos expedientes sancionadores que rondan los 4.000 euros por incumplir los horarios

Los residentes en esta zona aseguran no estar sorprendidos con el último incidente, ocurrido sobre las 6.30 horas del martes, cuando Policía Local y Guardia Civil tuvieron que intervenir en una pelea en la calle Diego Pazos entre unas 25 o 30 personas. La reyerta comenzó supuestamente en el interior de un pub al enzarzase en una discusión unas mujeres dominicanas y otras brasileñas, lo que motivó la intervención de los maridos de las primeras. Ya en la calle se fueron uniendo más personas a ambos bandos, hasta que, avisados los agentes, les separaron, siendo increpados verbalmente y mostrando una actitud hostil hacia ellos.

Cuatro de los participantes en la pelea resultaron heridos (dos varones y dos mujeres de las citadas nacionalidades). Fueron atendidos en el centro de salud y una de ellas derivada al Hula.

"Un día pode pasar unha desgraza", reflexiona uno de los vecinos, quien pide más vigilancia de las fuerzas de seguridad durante la noche y la adopción de medidas administrativas contra aquellos locales que incumplan los horarios o los límites de ruidos. Hay dos negocios, que siguen activos, con expedientes sancionadores que rondan los 4.000 euros por permanecer abiertos en algún caso hasta las nueve de la mañana.

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