El Concello de Sarria, por medio de la Policía Local y del servicio de obras, procedió al vallado urgente del edificio situado en el número 20 de la Rúa Porvir tras registrarse el pasado día 15 el desprendimiento de una piedra de la cornisa de considerable tamaño.
El fragmento se precipitó a la vía pública en un episodio que no causó daños personales ni materiales, pero dejó patente la existencia de un peligro por el cual se acordó este vallado provisional por decreto de alcaldía con el fin de "previr ou evitar danos nos bens públicos e nas persoas e para garantir a seguridade pública".
El edificio en cuestión se encuentra seriamente afectado a raíz de un grave incendio declarado de madrugada en la primavera del año 2015 y en el cual fallecieron dos personas.
El día 16 del pasado mes de julio, la junta de gobierno local del Concello de Sarria aprobó el inicio del expediente de declaración de ruina de este inmueble, acuerdo del cual se da traslado a los propietarios para que procedan a su rehabilitación o demolición.
Con esta decisión todavía reciente, el pasado sábado, sobre las diez y media de la noche, la Policía Local recibió el aviso de vecinos de la zona, alarmados por la caída de parte de la cornisa sobre la acera, tras lo cual los agentes se desplazaron al lugar, comprobaron la veracidad de los hechos e hicieron el correspondiente informe, acompañado de fotografías dando cuenta del incidente.
INSPECCIÓN. Esta misma semana, un técnico inspeccionó el edificio, situado en la calle de los anticuarios, y constató un "deterioro progresivo" desde la última visita realizada en el mes de abril. En concreto, la fachada este presenta un desplome "considerable" en su parte superior, con un muro que está suelto y que, debido a su composición de piedra sobre piedra, corre riesgo de derrumbe.
Ante estos hechos, y dada la posibilidad de que en la madrugada del jueves hubiese una ciclogénesis explosiva, el alcalde, Claudio Garrido, firmó un decreto para proceder al vallado urgente, impidiendo el paso de peatones por la acera en el frontal de la fachada, acuerdo que será remitido a la Consellería de Infraestruturas como titular de la vía en la que está la edificación.
El mismo decreto dispone que la propiedad del inmueble proceda "de inmediato" a adoptar las medidas de seguridad señaladas en el informe técnico, que implican vallar la vivienda y colocar una estructura metálica que impida la caída de cascotes a la acera.
El acuerdo municipal contempla también la advertencia al propietario de que, en caso de incumplir las medidas que se le exigen, se procederá a su ejecución forzosa mediante la imposición de multas coercitivas o la ejecución subsidiaria de las acciones necesarias para garantizar la seguridad.
