El Concello de Sarria tendrá que pagar 4.800 euros a una joven que se cayó en la acera

El juzgado señala que el esguince que sufrió la chica en 2018 se debió al mal estado de una tapa en la calle Rías Baixas
La Rúa Rías Baixas de Sarria, en la que se produjo el incidente. AEP
photo_camera La Rúa Rías Baixas de Sarria, en la que se produjo el incidente. AEP

El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Lugo ha condenado al Concello de Sarria a indemnizar, de forma solidaria con la aseguradora, con 4.800 euros a una joven que sufrió un esguince al caer en la calle Rías Baixas por causa del mal estado de una tapa del registro eléctrico.

Los hechos ocurrieron en la medianoche del día 15 de julio de 2018, cuando la chica caminaba por esta calle de la villa y, a la altura del número 7, su pierna se hundió de forma repentina, lo que provocó su caída al suelo con el resultado de esguince de tobillo.

El juzgado determina que existe una relación directa entre las lesiones que sufrió esta vecina y el estado de la tapa de registro, que no se encontraba bien anclada, por lo que condena al Ayuntamiento a pagar una indemnización como responsable del mantenimiento.

Según señala en su sentencia, la tapa "constituía realmente una trampa" debido a que en apariencia estaba bien pero al poner el pie se hundía, "por lo que ni adoptando las cautelas de un andar diligente se podría haber evitado el daño". En este sentido, entiende que no existe ninguna culpa imputable a la joven, sino que la única forma de haber evitado el accidente sería "con una debida señalización", un "correcto anclaje" de la tapa o "simplemente teniendo la suerte de no pisarla".

DOS TESTIGOS. El juzgado llega a esta conclusión tras escuchar, entre otros, a dos testigos del suceso. Así, en el momento del percance, la víctima caminaba por la acera junto a otra vecina a la que conocía del instituto, la cual declaró que su compañera "puso el pie dentro de una tapa" que "no estaba bien colocada", de modo que "se levantó" provocando la caída al suelo.

La escena también fue presenciada por el camarero de un pub situado en las proximidades, quien estaba fumando cuando vio cómo la chica "metió el pie en el hueco" y cayó al suelo por causa de una alcantarilla que llevaba tiempo en mal estado. Ante esta situación, sacó un taburete del pub para que la víctima pudiera apoyarse.

La joven fue al baño junto a la vecina con la que caminaba, quejándose de dolor en el tobillo y con unos rasguños en la rodilla. Al poco tiempo se presentó su madre en el lugar para recogerla y, al día siguiente, acudió al PAC de Sarria donde le diagnosticaron un esquince en el tobillo izquierdo y contusión en la pierna derecha.

La lesión tardó 68 días en curar y sufrió como secuela dolor a nivel plantar.

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